Fortalecimiento de las capacidades de Grupos de Defensoras Ambientales en el acceso y gobernanza de los recursos naturales

Programa Mujeres Defensoras Ambientales en el Chaco Americano

, por Fundación Plurales

El presente artículo busca dar cuenta del surgimiento de las organizaciones de defensoras ambientales en la región, así como describir sus vínculos, oportunidades y desafíos en el contexto actual, reivindicando la importancia de sus luchas en regiones como el Chaco.

Contexto y antecedentes

Desde hace más de 10 años, la Fundación Plurales acompaña el fortalecimiento de Organizaciones Rurales de Mujeres argentinas, bolivianas y paraguayas. Estas mujeres luchan por el acceso al agua, a la tenencia de la tierra, contra la contaminación y deforestación que sufren sus territorios. Reivindican la preservación de los bienes naturales y la soberanía alimentaria como base para la supervivencia de sus comunidades.

La estrategia central de acción con estos grupos de mujeres se basa en equilibrar la posición de desventaja de poder y disminuir su vulnerabilidad organizacional, aumentando así su visibilidad y capacidad de incidencia en las políticas públicas socio-ambientales de la región.

El proceso de acompañamiento a estas organizaciones comenzó en el marco de la Red de Medianos y Pequeños Productores del Chaco, un espacio que nucleaba a organizaciones de productores mixtas (de hombres y mujeres) de la Región Chaqueña [1]. Esto fue generando instancias de encuentro entre mujeres, quienes compartían la necesidad de generar espacios propios de reflexión. A partir de esto, se consolidaron como “Colectivo de Mujeres del Chaco Americano” (CMCHA) en 2008, en un encuentro realizado en Bolivia. El mismo, está compuesto por diversas organizaciones de mujeres -campesinas, indígenas, técnicas- que viven y trabajan en la región, que comparten problemáticas y buscan soluciones comunes a las mismas.

Algunos de los problemas que movilizan a las organizaciones se relacionan a las dificultades en la comunicación y la accesibilidad de los caminos, así como la educación pública inadecuada que en parte no respeta el idioma, la cultura e idiosincrasias propias de la región chaqueña. También las contaminaciones y los procesos de desplazamiento y pérdida de territorios de comunidades campesinas e indígenas en manos de empresas y con la complicidad de los gobiernos. Finalmente, el cambio climático que provoca lluvias abundantes y sequías extremas en periodos atípicos, los procesos de desertificación y las inundaciones (dos caras de la misma moneda). Estas problemáticas comunes en la región chaqueña fueron desafiando a les productores campesines y a les indígenas de las comunidades que habitan la región.

De esta manera, desde el CMCHA y en sus propias palabras, se proponen atender: “(...) la aplicación de la Declaración del Derecho Humano de acceso al agua y saneamiento básico en nuestros tres países. Repudiamos todo tipo de violencia que se ejerce contra las mujeres y denunciamos la insensibilidad de los gobiernos ante esta problemática como, la trata y tráfico de mujeres, niños, niñas y adolescentes, la violencia intrafamiliar y doméstica, el acoso sexual en el trabajo y toda forma de violencia en el ámbito público y privado y la violencia producida por el narcotráfico.

Reconocemos que en esta región existe una importante disputa de derechos de uso de los recursos naturales, como la tierra, el agua, los animales, el bosques y los hidrocarburos, generando grandes desigualdades y pobreza extrema. Por ello demandamos la redistribución de la riqueza orientada a la reproducción de la vida, la eliminación de las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres, y entre mujeres y mujeres por condición de clase y pertenencia étnica; y eliminar la acumulación privada, a partir de procesos de consolidación de las reformas agrarias.

Mujeres Defensoras Ambientale, recorriendo el territorio. Ph : Nicolás F. Avellaneda - Fundación Plurales

Demandamos procesos de saneamiento y titulación de tierras para las mujeres y políticas que garanticen el acceso a la vivienda y servicios básicos. Por las condiciones extremas de producción de alimentos en la ecorregión del chaco y las consecuencias del cambio climático que afectan la economía familiar, comunitaria y regional poniendo en riesgo la salud y el desarrollo productivo. Demandamos políticas y fondos de desarrollo productivo sustentable para la seguridad alimentaria y soberanía alimentaria. Demandamos como prioridad se desarrollen programas de atención a la salud, la salud sexual y reproductiva desde un enfoque intercultural...” (Fundación Plurales, 2013).

Así, con problemáticas compartidas y visión regional, se van articulando organizaciones muy diversas. Encontramos organizaciones mixtas, que conforman en su interior una comisión de mujeres; o bien organizaciones de base territorial conformadas y dirigidas solamente por mujeres. En ambos casos, identifican objetivos propios y entre sus principales intereses están: la agroecología, el cultivo y la producción de alimentos, la producción de artesanías y la defensa del territorio (ríos, tierras y la misma comunidad), como familias, como mujeres y como organizaciones. Una de las principales luchas gira entorno a la defensa del territorio, del cuidado de la tierra y el agua como Bienes Naturales, que necesitan ser protegidos de violencias como el extractivismo.

Mujeres Defensoras Ambientales

A partir del año 2014, Fundación Plurales, en conjunto con organizaciones socias como el Fondo de Mujeres del Sur (FMS) [2] y el Centro de Capacitación e Investigación de la Mujer Campesina de Tarija (CCIMCAT) [3], inició un proceso de identificación y problematización junto a les compañeres de las organizaciones de base, del concepto de Defensoras Ambientales. Se propuso generar espacios de discusión sobre las problemáticas que atraviesan las mujeres en la región del chaco en términos de derechos y en el reconocimiento de lo que podríamos denominar como Justicia Ambiental (Arriaga Legarda y Pardo Buendia, 2011). Este concepto pone en juego cuestiones ecológicas a la vez que profundiza la reflexión sobre la desigualdad de condiciones y de vulnerabilidad de las organizaciones, volviendolas propensas a ser víctimas de discriminación. Además, engloba la problemática del extractivismo de recursos naturales por parte de multinacionales y la falta de políticas de protección del Estado. De esta manera, nos permite ver con integralidad el complejo entramado de problemáticas y sus múltiples dimensiones, así como la manera en que éstas afectan a las mujeres en su vida cotidiana.

Frente a esta realidad, es que las mujeres se constituyen en defensoras ambientales, buscando fortalecer sus organizaciones de base, pero también la defensa de sus territorios y bienes naturales. Surgió con fuerza la necesidad de vincular y consolidar una red a partir de las situaciones de defensa de la tierra, el acceso al agua y los bienes naturales, para abordar dichas problemáticas como unidad, como grupo, como colectivo, frente al avance del sector privado o la permisibilidad de los estados para las industrias extractivas [4].

Este fue el cimiento de lo que a partir del año 2015, mediante una alianza entre las organizaciones nombradas anteriormente se crea el Programa “Fortalecimiento de los Grupos de Defensoras Ambientales del Chaco Americano” [5] (en Paraguay, Bolivia y Argentina), por medio del cual se busca fortalecer y visibilizar a grupos de mujeres que se reconocen como defensoras ambientales, como así también apoyas las resistencias que vienen sosteniendo.

El programa fomenta las capacidades y herramientas de incidencia en las políticas públicas, la formación en derechos y la apropiación de tecnologías de acceso al agua y la tierra en más de 32 grupos de defensoras de los tres países, logrando un impacto en más de 7000 mujeres de la región.

Al año 2019, este programa se ha consolidado y ampliado su capacidad de incidencia mediante la incorporación a la Alianza GAGGA [6] (Global Alliance for Green and Gender Action), que posibilita desarrollar nuevas estrategias de fortalecimiento e incidencia.

Defensora Ambiental de la Comunidad “La Madrina”. Chaco Paraguayo. 2018. Ph : Leticia Galeano - Fundación Plurales

Problemáticas que abordan las Defensoras Ambientales

Algunas de las problemáticas que enfrentan las defensoras ambientales se expresan en el Informe “Las Mujeres Rurales en el Chaco Argentino”, que si bien refiere al caso de dicho país, ilustra las problemáticas compartidas en la región, a saber:

  • Tierra: Los desalojos propios de la expansión de la frontera agropecuaria, están siempre atravesados por situaciones de violencia y acoso a las comunidades. Previo al desalojo propiamente dicho, se vive en la comunidad situaciones de acoso y amenazas por parte de grupos parapoliciales o grupos enviados por los mismos empresarios, caracterizados por el corte de sus accesos y recursos (como ríos y arroyos), robo de animales, incautan sus producciones, etc. Particularmente son las mujeres quienes más sufren estos amedrentamientos, viéndose privadas de la libre circulación por el temor a ser violentadas en caso de estar solas. Resultan así vulnerados sus derechos más básicos. También son hostigadas con el impedimento a vender lo producido en el territorio y generar ingresos económicos para sobrevivir y resistir. De esta forma, buscan que las comunidades abandonen sus tierras.
  • Agua: Para acceder al agua el acarreo recae principalmente sobre las mujeres y las niñas. No es raro que las mujeres pasen hasta 6 horas diarias caminando y en muchos casos, el agua que recogen procede de fuentes no protegidas y no está en condiciones aptas para el consumo humano. La salud de las mujeres puede resentirse profundamente por esta pesada tarea y por las enfermedades que se contraen por beber agua no segura. Asimismo, cabe destacar los numerosos problemas de salud (de piel, malformaciones, cáncer, problemas de fertilidad, entre otros) relacionados con la contaminación ambiental.
  • Acceso a Servicios de Salud: Los puestos de salud carecen de profesionales de la medicina y la enfermería. Con frecuencia, predomina la atención brindada por auxiliares de la salud. Un tema recurrente es la falta de acceso a controles ginecológicos. Las investigaciones muestran que los principales obstáculos para al acceso a la salud son los materiales: barreras geográficas, en tiempo y distancia, empeoradas por falta de caminos accesibles y falta de transportes disponibles.
  • La violencia institucional es una constante en los relatos de las mujeres. En reiteradas ocasiones las mujeres reciben malos tratos por parte de les profesionales, siendo discriminadas a través de violencia verbal.
  • Educación: Una situación común es la ausencia de escuelas en las propias comunidades. Para estudiar deben trasladarse a otra comunidad, con frecuencia a varios kilómetros de distancia. Por estas condiciones, muchas niñas no pueden asistir. En materia de educación, las mujeres indígenas con frecuencia se ven discriminadas por sus propias comunidades, debido al sostenimiento de patrones y estereotipos culturales machistas -por supuesto, no exclusivos de tales comunidades- que las alejan de la escuela y les asignan otras tareas de forma prioritaria, generalmente las del hogar.
  • Justicia: Las mujeres rurales tienen múltiples dificultades para acceder a la justicia y para que la misma otorgue respuesta a sus necesidades. Entre ellas cabe mencionar la falta de recursos para los honorarios de abogades, tribunales lejos de las comunidades donde viven, discriminación por parte de los servidores públicos con posiciones a menudo machistas y racistas frente a sus reclamos. Esto aplica a temas de acceso a los recursos naturales, de violencia, abuso y otras demandas.
Mujeres Defensoras Ambientales del pueblo Ayoreo - Chaco Paraguayo. 2018. Ph : Nicolás F. Avellaneda - Fundación Plurales

Feminismo de la Acción y reconocimiento de Derechos

Frente a estas problemáticas comunes, surgen las Defensores Ambientales como una oportunidad de fortalecer luchas territoriales compartidas. Son mujeres rurales (campesinas e indígenas) las que poniendo la palabra y la acción en la región, logran posicionarse políticamente en defensa de los territorios y los bienes naturales.

Se construye así una alianza entre mujeres que emerge desde un feminismo de la acción y del reconocimiento de derechos. Estas alianzas entre organizaciones, compartiendo problemáticas y luchas similares y teniendo como desafío afrontar actores tan fuertes como las industrias extractivas o los propios Estados, trae aparejados procesos de criminalización y condena que las defensoras deben afrontar. Ejemplo de ello son los casos [7] de Tariquía en Bolivia frente a las industrias hidrocarburíferas; de la comunidad de Sauce en Paraguay frente a los desalojos forzados por la hidroeléctrica Itaipú [8]; o la persecución de defensoras ambientales en Morillo, Salta - Argentina.

El visualizar estas luchas desde una perspectiva de género es muy relevante ya que si bien los procesos de persecución y condena se dan a nivel comunitario, las mujeres se ven más expuestas a dicha violencia y vulnerabilidad. Existe una creciente criminalización de las mujeres abocadas a la lucha y la manera más efectiva de cuidarse es generar un proyecto comunitario local con miradas regionales que aporten alianzas, redes de contención y visibilización.

Referencias:

Notes

[1La Región del Chaco Americano (RCHA) es una ecoregión conformada por la mayor masa boscosa de Sur América, después de la Amazonía, ocupando 1.066.000 Km2 de gran biodiversidad. Ese territorio supone partes de Argentina (62,19%), Paraguay (25,43%), Bolivia (11, 61%) y Brasil (0,77%). Sus grandes reservas de agua, energía, y tierras, son disputadas entre los intereses del modelo económico extractivo y la lucha de los pueblos por su conservación para la reproducción y el sostenimiento de la vida. Las fronteras en el Chaco son producto de la historia de independencia de la colonia por parte de los Estados de America del Sur. Sin embargo, estas fronteras políticas, no son significativas en relación al ecosistema o para las culturas originarias que se rigen en otros términos.

[2El FMS es una fundación que moviliza recursos financieros y brinda acompañamiento a organizaciones que promueven los derechos de las mujeres y personas LBTIQ+ en Argentina, Uruguay y Paraguay.

[3El CCIMCAT es una institución privada, sin fines de lucro, de promoción y desarrollo integral que trabaja con mujeres campesinas e indígenas del departamento de Tarija (Bolivia) con el propósito de contribuir al cambio en las relaciones de poder de género en los ámbitos político, económico, social y cultural.

[4Revisar Ficha “Extractivismo en Bolivia” que ejemplifica y amplía el concepto, al que se enfrentan las defensoras ambientales en la región.

[6Para más información consultar: https://gaggaalliance.org/es/about-gagga/

[7Se presentan fichas de cada uno de los casos citados, donde se puede ampliar la información y lucha de cada comunidad.

[8La represa hidroeléctrica de Itaipú (del guaraní, ’piedra que suena’) es una represa binacional de Paraguay y Brasil, en su frontera sobre el río Paraná, destinada a la producción de energía eléctrica.