El Chaco Americano: Actores de la construcción de un territorio compartido

Introduction

, por Fundación Plurales , KREMER Liliana

"Sabes, yo te voy a contar… porque es que alguien tiene que decirlo. Porque es tanto, tanto lo que nosotras hacemos. Lo que venimos haciendo desde hace años y años. (…) hay que hacer que quede por escrito para las nuevas generaciones, para que no quede sin saberse… pero que se sepa no solo de nuestras dificultades, sino y sobre todo, de nuestra capacidad de hacer tanto, de cómo nosotras luchamos y exigimos y logramos cosas. (…) Porque hay que conocer lo que hacemos en día a día y ver cómo cambian las cosas a pesar de lo difícil que es. Tiene que saberse, no solo por los derechos que tenemos las mujeres a mejorar nuestras vidas, sino para hacer que más mujeres y hombres nos saquen de ejemplo, aprendan de lo que nosotras pasamos y se organicen (…)."

Palabras de Doña Faustina, del Movimiento Bartolina Sisa.

Créditos : Bibiana Fulchieri.

El Chaco es un territorio singular marcado por la vida de los actores locales y por las diferencias a partir de la ocupación del lugar, la construcción de organizaciones y movimientos; la activación de redes, encuentros y desencuentros.

Es es una región eco-bio-geográfica, cultural y política que abarca un millón de Km2. Se encuentra situada en el centro del continente sudamericano. Argentina, Bolivia y Paraguay comparten este ecosistema, siendo una de las regiones de mayor diversidad ambiental y biológica del planeta y el área boscosa más grande del continente después de Amazonas. Territorio habitado, ocupado y construido por múltiples actores locales: diversas etnias indígenas, migrantes de otras regiones, campesinos, productores, jóvenes y por supuesto, mujeres [1]. Su población rural está compuesta en su mayoría por ganaderos, puesteros y pequeños agricultores que, sumados a la población urbana que se ubica en pueblos, alrededor de las fuentes de agua y en el pie de monte de las serranías, y ciudades , conforman casi cuatro millones de habitantes. La región también se caracteriza por la presencia de importantes comunidades indígenas. Su potencial productivo de la región es muy alto; sin embargo la realidad muestra que esta región se encuentra sometida a un severo proceso de degradación de sus recursos naturales y de su biodiversidad, principalmente debido al alto grado de fragilidad de estos ecosistemas y a la difícil reversibilidad de algunos procesos biológicos y socioeconómicos afectados. Tanto la desertificación en la porción occidental de la región, como las inundaciones recurrentes en su parte este, acentúan la pobreza de las comunidades y su marginalización económica, factores que finalmente dan lugar a migraciones hacia los cinturones urbanos de pobreza.

El territorio del Gran Chaco emerge como un amplio y heterogéneo territorio marcado por disputas, enfrentamientos, oportunidades y desafíos que generan desplazamientos y migraciones internas, limítrofes y transnacionales de campesinos e indígenas y sectores urbanos: disputa por la tierra, distribución inequitativa del agua desforestación, extractivismo, exploraciones petroleras, construcción de represas, carreteras, ganadería, energía nuclear, entre otras. Estas actividades han derivado en violentos proceso de desplazamiento de los campesinos e indígenas. Destacamos, (a) la existencia de fuertes presiones que se ponen en juego vinculados sobre todo a procesos de mercantilización de la naturaleza que imponen más y nuevas frontera que fragmentan ecológica, política y culturalmente a los distintos espacios locales no incorporados en lógicas de acumulación; la tala de árboles para fabricar carbón y durmientes para el ferrocarril y la deforestación con fines agrícolas en áreas susceptibles a la erosión eólica; (b) problemas de salud provocados por el extractivismo que está produciendo expulsiones forzadas de los territorios; (c) por la expansión de la agroindustria y el masivo desarrollo de los monocultivos (soja, girasol, algodón y otros) amplios sectores comunitarios y de pueblos originarias se ven obligados a desplazarse por la valorización inmobiliaria de las tierras que habitan desde hace generaciones. Representantes de la Coordinadora Nacional de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas del Paraguay (CONAMURI), señalan que ese desplazamiento forzado de indígenas hace que pierdan sus culturas, sus desplazamientos hacia otros nuevos territorios provoca fuertes crisis internas dentro de cada comunidad: “Hay comunidades que no tienen tierras, deben buscar nuevos lugares para establecerse, viviendo de forma muy precaria. Es por esta razón que es muy importante que las organizaciones indígenas estemos unidas ya que es la única forma de incidir y evitar más desplazamientos”; (d) las mutaciones de visiones locales, espirituales y culturales hace que culturas y tradiciones, la significación histórica de sus lugares y por consiguiente identidades colectivas se vean amenazadas, urgiendo trabajar en “la legitimización de los territorios para recuperar y preservar su cultura”.

Prácticas activadas y dinamizadas por organizaciones y actores sociales entramadas en red en el contexto de un territorio denominado Gran Chaco Americano co-existe con la desarticulación, fragmentación y aislamiento de amplios sectores. Las prácticas articuladas, de reconocimiento y de esfuerzo de asociatividad y colaboración responden a procesos que apuntan a superar y cambiar condiciones de vida de los habitantes rurales y urbanos en el territorio desde una perspectiva de sustentabilidad integral que importa conocer, analizar y comprender tomando en cuenta el entrecruce de un conjunto de saberes y aproximaciones académicas, comunitarias, organizacionales y étnicos que expresan la idea del buen vivir en discrepancia-discordancia pero al mismo tiempo, en coexistencia con ideas de desarrollo y progreso nutridas desde una lógica y racionalidad occidental.

En este dossier, seleccionamos dos grandes categorías para analizar la región chaqueña: territorio y el género. Ambas, permiten describir y comprender la complejidad del proceso de construcción identitaria a partir de interacciones que incluyen prácticas, ideas y sentimientos que producen diferentes narrativas sobre la pertenencia a un lugar y a sus espacios colectivos. Son identidades que se presentan como construcciones plurales y diversas, a partir de manifestaciones culturales diferenciadas que buscan su reconocimiento y legitimidad, en este territorio/contexto/coyuntura singular. 

Encuentro Trinacional del Colectivo de Mujeres del Chaco Americano, septiembre 2015 Córdoba, Argentina. Créditos : Bibiana Fulchieri.

Existen conexiones y relaciones de reciprocidad entre las adhesiones y expresiones identitarias de las mujeres, los componentes del territorio que viven y las organizaciones sociales en el que participan en un contexto y coyuntura particular. Estas dos dimensiones, el territorio (con sus componentes socio-políticos-culturales-étnicos y otros) y las organizaciones y movimientos sociales (de mujeres y mixtos) otorgan un carácter distintivo a la identidad de estas actoras, en el marco de un proceso relacional en el que también el territorio y las organizaciones se recrean y transforman; permitiendo dar cuenta de su carácter singular.

Aquí presentamos problemas, alternativas, aprendizajes, reconocimientos, voces y procesos organizativos de mujeres diferentes -diferencias que no ocultan la inequidad y la desigualdad-, territorios que se transportan con el equipaje de cada migrante, lugares que se configuran en el encuentro y el conflicto entre múltiples historias personales y colectivas.

Son cuatro núcleos de análisis que consideramos constitutivos de la problemática en la región del Gran chaco.

El primero es una aproximación sobre las dinámicas de la territorialidad entendida como configuración identitaria histórica construida en la relación entre sujeto, cultura y lugar. Aquí presentamos 3 capítulos:

a. La región del Chaco Americano ¿De qué hablamos cuando hablamos de territorio y región?
b. La situación de la región chaqueña con respecto Recursos Naturales
c. Los pueblos originarios en el Chaco. Un mosaico multicultural y entramado de conflictos territoriales

El segundo núcleo se articula en torno a la perspectiva de género y el lugar que ocupan las mujeres, sus problemáticas, desafíos y propuestas en la región:

a. Las mujeres chaqueñas construyen territorios. Sus relaciones entre el territorio y la co-construcción de identidades diversas
b. La conformación y consolidación de un colectivo de mujeres del Chaco americano

El tercero presenta una problemática central y dominante en el entrecruzamiento del territorio y la situación de vulnerabilidad de las mujeres que son las migraciones y las fronteras en este territorio:

a. El narcotráfico
b. La trata de personas
c. Las mujeres y su situación de migrantes

En el cuarto eje presentamos dos capítulos que se refieren a hacer de nuestras prácticas, prácticas reflexivas y significativas. Se trata de abrir territorios para pensar y construir conocimientos y así contarse, encontrarse, conocerse, reconocerse:

a. El sentido de las acciones esta dado por los actores y actrices en tanto autorxs en la experiencia de construcción que hacen de sus trayectorias en relación con el territorio, los otros y el mundo.
b. La perspectiva de género como categoría analítica y militante.

Créditos : Bibiana Fulchieri.