La industria de los combustibles fósiles en el Sur global recibió 3,2 billones de dólares entre 2016 y 2022, mientras que la agroindustria de los países en desarrollo obtuvo de la banca 370.000 millones de dólares. Una encuesta de Action Aid y Profudo muestra como la financiación pública tiene capacidad para contribuir en gran medida a solucionar la crisis del cambio climático, pero sigue siendo una gran parte del problema.