Mujeres y civiles, víctimas inminentes de militarización.
La fronteriza Ciudad Juárez, en el norte de México, constituye el caso más emblemático de feminicidios en América Latina, con cerca de 500 mujeres asesinadas desde 1993. Sin embargo, “El Cuadro Peregrino” es una de las pocas huellas que quedan sobre el repudio por los feminicidios en esta ciudad.
La imagen de una mujer crucificada pende en uno de los salones de Casa Amiga, el lugar donde desde hace más de 10 años las mujeres que han sido violentadas en su hogar, por las fuerzas del Estado o la delincuencia organizada, aún tienen asiento y oído.
El investigador Oscar Desfassiaux donó la imagen que también llamó “El final de la jornada de una maquiladora”, como una muestra de rechazo al desenlace de sus dos años de exhaustivas indagatorias sobre estos crímenes de género: Ninguna condena.
“Con toda la violencia de los carteles [del narcotráfico], los crímenes contra las mujeres se han invisibilizado”, reconoce la licenciada Irma Casas, coordinadora del Departamento de Psicología de este centro de crisis. Según sus registros, durante el 2008 fueron asesinadas 83 mujeres en la ciudad, mientras en los primeros dos meses de este año se contabilizaban 13. Leer más