El asedio contra Gaza es responsabilidad de todos

Akram Awad Palestine Think Tank

, por Rebelión

Como comunidad internacional, todos somos responsables ante el brutal asedio en curso contra Gaza, y hasta que no utilicemos todos los medios posibles de resistencia pacífica, no podremos confiar en un pronto final del mismo.

No hay mucho más que decir sobre el Holocausto del pueblo de Gaza, asumiendo que el lector haya ido al menos siguiendo la cobertura que los medios de comunicación realizan de lo que está sucediendo en la traumatizada Franja. No debe sorprendernos que sus habitantes hayan recurrido a la eutanasia para poner fin a las vidas de miles de pollitos recién empollados, porque incluso las aves de Gaza prefieren morir con honor antes que por inanición. No hay nada extraordinario en esos seres que tratan de mantener vivos a sus niños a base de alimentos para animales, porque incluso aquellos que saben un mínimo sobre Gaza son conscientes de que ese es sólo uno de los medios utilizados por su pueblo para salvar a toda la región de una explosión definitiva. El único aspecto sorprendente de toda la situación actual es que cuanto más intentan los gazanos convencer a sus niños de que en esta vida hay al menos algo de bondad que hace que pueda merecer la pena aferrarse a ella, tanto más el mundo se esfuerza en desmentir esas teorías y en inculcar en la mente de esos niños que así es la vida y que el mundo no se merecería más que la maldición que sufre Gaza.

Entonces, y para no dejar que el lector empiece a imaginar que el mundo anterior pertenece a otro planeta, debo aclarar que el mundo al que me estoy refiriendo está actualmente conformado por “Nosotros”. Vds. y yo. Nos resulta fácil, ¿verdad?, llorar por la gente de Gaza, y es fácil también pedirles paciencia y persistencia, y es fácil asimismo condenar al matarife israelí de millón y medio de seres humanos. Sin embargo, lo que parece imposible es que lleguemos a confesarnos que somos nosotros los que estamos asediando Gaza y que todas nuestras condenas, protestas, oraciones y escritos –a menos que vayan acompañados de actos genuinos sobre el terreno- son un penoso reflejo de nuestra despreocupación frente a la masacre actual contra los palestinos de Gaza, y de la ausencia de algún propósito firme, por nuestra parte, de llevar a cabo acciones serias y prácticas para desbaratar el estado de sitio contra la Franja. Leer más