Perú: la “amenaza fascista” en las puertas del gobierno

Por Raúl Zibechi

, por Programa de las Américas

“Las instrucciones para los donantes son llevar dos paquetes de arroz, dos latas de atún, una de azúcar, una de menestras y un paquete de galletas en una bolsa transparente. Sobre la bolsa, los voluntarios colocan pegatinas naranja con la K de Keiko Fujimori”. La denuncia sobre la compra de votos con alimentos donados por las damas de la clase alta de Lima, no fue hecha por ningún periódico izquierdista peruano sino por el conservador El Mundo, de Madrid.

La periodista asegura que se utilizan los mismos métodos de “populismo asistencialista” que utilizó el ex presidente Alberto Fujimori, quien está en prisión condenado, entre otros casos, a veinticinco años de cárcel por los delitos de homicidio calificado de los nueve estudiantes universitarios y un profesor de La Cantuta en 1992 y la masacre de 15 personas en Barrios Altos en 1991.

La periodista Beatriz Jiménez informó que “un grupo de señoras de barrios acomodados limeños lleva a cabo una gigantesca campaña de recogida de víveres, mantas y dinero en efectivo para que sean entregados por el comando de campaña de Keiko Fujimori en los arenales de pobreza de la capital y en regiones rurales andinas” [1] . La periodista contactó con las organizadores y llevó una canasta de alimentos para comprobar cómo funciona la campaña. Los alimentos se entregan en actos electorales previamente a la llegada de la candidata.

La coordinadora de los Clubes de Madres, Rosa Castillo, dijo que ese fue siempre el estilo de las campañas de Fujimori: “El PRONAA (Programa Nacional de Ayuda Alimentaria) era bastión del presidente Fujimori y repartía alimentos con uso político” [2]. El historiador Nelson Manrique dijo a El Mundo que al fin del gobierno de Fujimori, en 1999, unos nuevos millones de peruanos comían gracias a la ayuda del Estado y que ahora hay un millón y medio que se alimentan en comedores populares.

Un dato adicional que aporta El Mundo es que los alimentos se recogen en una casa de San Isidro, elegante barrio de la capital, propiedad de Jeannette Wolfenson de Stone, quien es hermana de Moisés y Alex Wolfenson, condenados por defraudación y por la venta a Vladimiro Montesinos de la línea editorial de los diarios La Razón, El Chino, y El Men [3]. Su cuñado, James Stone, condenado por tráfico de armas, fue socio de Montesinos y propietario de un grupo de empresas que monopolizó el suministro de material de guerra durante el régimen de Fujimori [4].

Hay mucho más. El premio Nobel Mario Vargas Llosa, un liberal de derecha, escribió una columna de opinión en el diario El País de Madrid en la que asegura que si ganara Keiko decenas de periodistas serían expulsados de sus trabajos, y las radios, la televisión y los periódicos serían convertidos en “órganos de propaganda encargados de justificar todas las tropelías y tráficos del poder y de cubrir de injurias y calumnias a sus críticos” como ya sucedió “durante los ocho años de oprobio que vivió el Perú” desde que Fujimori cerró el parlamento en 1992 [5].

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Notes

[1El Mundo, 6 de mayo de 2011.

[2Idem.

[3El Mundo, 7 de mayo de 2011. Montesinos fue jefe del Servicio de Inteligencia Nacional y asesor presidencial entre 1990 y el año 2000. Fue condenado por lass matanzas que el grupo paramilitar Colina perpetró en La Cantuta y Barrios Altos y la desaparición y muerte del periodista Pedro Sauri.

[4Idem.

[5El País, 8 de mayo de 2011.