La imagen tradicional de las mujeres rurales de América Latina, marcada por la subsistencia y el cuidado de su familia, da paso a otra de protagonistas de actividades comerciales y productivas a pequeña y gran escala, en un cambio que tiene detrás historias de éxitos y también de explotación.
Desde la central Huancavelica, la región más pobre de Perú, la quechua Gladis Vila ha logrado junto con otras mujeres que se realicen ferias ecológicas en 22 de las 25 regiones del país como prueba de que es posible producir alimentos sin degradar el entorno.
"Las mujeres productoras indígenas somos las conservadoras de la biodiversidad y hacemos negocio respetando la naturaleza", aseguró a IPS. Ella, además de trabajar la tierra, preside la Organización Nacional de Mujeres Indígenas y Amazónicas.
Las mujeres rurales producen entre 50 y 80 por ciento de los alimentos del mundo, según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de 2008. La proporción se incrementa en la medida que aumenta la pobreza de los países. Leer más