El biocombustible es la única fuente de energía alternativa que promueve el desarrollo local, al generar empleo, conocimiento y tecnología, pero también puede causar daños sociales. Es el temor ante la explotación a escala industrial del babasú, una palmera abundante en el centro y norte de Brasil.
Cerca de 400.000 mujeres y sus familias dependen del babasú (Orbignya phalerata martins o babaçú, en portugués) para sobrevivir en el borde oriental de la Amazonia y sus cercanías. Recogen los cocos de esta palmera, de los que extraen almendras y producen aceite, harina, carbón y material para artesanías en pequeñas cantidades, usando solo las manos y máquinas sencillas.
El Movimiento Interestadual de las Rompedoras de Coco Babaçu (MIQCB, por sus siglas en portugués), que las congrega, alerta sobre una amenaza al respecto. Se trata de las industrias de hierro-gusa (primera fundición del mineral) y de cerámica que usan el fruto de la palmera como carbón, en una competencia desigual que emplea a simples recolectoras y recolectores mal remunerados, advirtió Luciene Figueiredo.
Lo hacen de forma inadecuada, quemando el coco entero y desperdiciando así su almendra y su mesocarpio alimenticio, a la vez que contaminan el aire, criticó Figueiredo, asesora del MIQCB.
El gobierno del central estado de Tocantins prohibió ese uso en las calderas, pero no los otros tres distritos en que actúa el MIQCB, lamentó.
Es que la quema de la almendra oleaginosa genera acroleína, una sustancia muy tóxica. Por eso se impide usar cualquier aceite vegetal como combustible para automotores antes de convertirlo en biodiésel, aunque sea operativo, explicó Marcelo Rodrigues, ingeniero químico de Tecbio, empresa de tecnología para producción de biocombustibles.
La misma Tecbio es fuente de otras amenazas a la economía extractiva del babasú. Esta firma con sede en Fortaleza, la capital del noroccidental estado de Ceará cercana a la zona de babasuales, desarrolló y trata de vender un sistema de procesamiento industrial completo que sustituye las tareas de las "rompedoras de coco".