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Ley de paridad en Senegal: una experiencia "exitosa" en las luchas feministas

, por SOW SARR Fatou

El 1 de julio de 2012, Senegal dio un importante paso en el camino por la igualdad, elevando la presencia de mujeres de la Asamblea de 33 a 64 diputadas. Este gran avance es la culminación de un largo combate. Individual o colectivamente, en público o en privado, las mujeres de muchas generaciones, de partidos políticos, de sindicatos o de organizaciones de la sociedad civil, cada una ha participado en la lucha por el respeto de sus derechos; cada generación aportando su eslabón a la cadena. No obstante, los grupos hostiles a la paridad todavía están presentes, y no faltan los detractores por convicción o por oportunismo. Estos se encuentran en todos los círculos: político, universitario y religioso.

Número especial de Flamme d’Afrique para el 3° aniversario de la adopción de la ley de paridad en Senegal, 14 de mayo 2013.

Gracias a la ley de paridad, votada el 14 de mayo de 2010 por la Asamblea Nacional, adoptada por el Senado cuatro días después y promulgada el 28 de mayo del mismo año, Senegal tiene desde 2012 64 mujeres diputadas sobre un total de 150. Es decir, el 42,7 % de la Asamblea.

El proceso político que ha llevado a cabo esta ley de paridad - con el objetivo de la participación igualitaria de mujeres y hombres en las instancias electivas y semielectivas- pretende, a la larga, un cambio en las relaciones entre los dos sexos, con el fin de alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres. Este giro decisivo en la historia de Senegal es fruto de las luchas de varias generaciones que finalmente han alcanzado la madurez.

Para entender cómo Senegal ha logrado implementar la paridad integral, es necesario escudriñar su historia. Comprender el lugar de las mujeres en el sistema social antes de la llegada de las ideologías, de las religiones extranjeras y de la colonización francesa. De hecho, esta última quiso transponer un modelo que legitimase la exclusión de las mujeres del espacio político con la ley sálica en el siglo XIV, que no tenía nada que ver con la realidades locales. Pero el sustrato cultural que permanecía en la base de la sociedad permitió a los-as Senegaleses hacer frente a la voluntad del poder colonial de encerrarlas en el espacio privado al igual que a las francesas.

La lucha por la conquista de derechos y libertades

Las mujeres han estado todo el tiempo en el corazón de la política y en el espacio social senegalés. El hilo de la resistencia nacional ha sido sostenido de una punta a la otra por las mujeres. Fue la reina de Waalo [1] quien abrió la confrontación con el francés Faidherbe; y fue también una mujer, la reina Ndaté Yalla Mbodj, quien dirigió la primera fuerza de resistencia que los colonizadores tuvieron que enfrentar en 1855. Por otro lado, Aline Sitoë Diatta, profetisa de Casamance, le puso fin a la confrontación en el Sur al ser la última opositora nacional y fue finalmente deportada por el poder colonial en 1943 a Tombuctú, en Mali.

Luego de la conquista de Senegal, la colonia tomó un conjunto de medidas políticas consagrando el retroceso de las mujeres. Estipuló que ellas debían someterse a la orden colonial y a su marido, les quitó todo el derecho de representación, incluso el acceso a la propiedad. En 1904, la ley agraria sobre los territorios bajo ocupación francesa sólo reconoce como legal la propiedad privada, personalizada y debidamente registrada. Y apoyándose en el código napoleónico [2], toda propiedad fue casi automáticamente atribuida al jefe de familia quien "naturalmente" era el marido. La política colonial abiertamente sexista limitó el acceso de las mujeres a la educación y a la formación. En 1906, había 29 escuelas de enseñanza para varones y contaban con 3252 alumnos, contra cuatro escuelas para mujeres jóvenes con solo 40 alumnas. A nivel de formación profesional, la Escuela Normal William Ponty, lugar de formación de los futuros directivos y jefes de Estado africanos abrió sus puertas en 1910, y una sección femenina fue fundada recién en 1939, es decir 29 años después (MFEF, 1993 : 145).

Sin embargo, incluso privadas de todos sus derechos, las Senegalesas continuaron luchando contra la autoridad colonial. Se sublevaron contra Francia que en 1944 había aprobado el derecho al voto femenino, pero que en las elecciones legislativas de 1945 sólo permitió que las francesas participen, excluyendo así a las mujeres de las cuatro comunas de Senegal (Saint-Louis, Dakar, Gorea y Rufisque) que tenían el estatus de ciudadanas francesas.

Las Senegalesas han sabido trascender sus divergencias sociales y políticas al unir sus fuerzas hacia un objetivo que traspasa la pertenencia de clase, de etnia, de casta, etc. y que hace referencia a su condición de mujeres colonizadas. Este fue particularmente el caso de dos mujeres, Ndaté Yala Fall y Soukeyna Konaré, que pertenecían a dos partidos adversarios pero que decidieron unir sus esfuerzos para enfrentarse a la autoridad colonial. Las Senegalesas amenazaron con matar a toda francesa que fuera a votar y el gobierno francés finalmente dio marcha atrás [3].

Después de movilizarse en 1945 para conseguir el derecho de voto, se implicaron en la lucha por la independencia. Ciertas mujeres del primer partido comunista, el Partido Africano por la Independencia (PAI), hicieron una labor particularmente destacable. Su rol en la huelga de ferroviarios de 1947 ha sido alabado por el escritor y cineasta Ousmane Sembène en la novela titulada Les Bouts de bois de Dieu, publicada en 1960. En 1952 nació la Unión de las Mujeres Senegalesas (UFS, por sus siglas en francés) para continuar la lucha política de los hombres perseguidos por el poder [4]. Sin embargo, una vez obtenida la independencia de las colonias, aquellas mujeres que no fueron a la escuela fueron rechazadas por las nuevas élites.

El retroceso de las mujeres en la política y el repliegue en el espacio asociativo

Luego de la independencia de las colonias y excluidas del espacio político, las mujeres se repliegan en el espacio asociativo. Las primeras generaciones de mujeres escolarizadas se dedicaron a despertar las conciencias de sus hermanas a través de las asociaciones. Una de las primeras militantes, la periodista Annette Mbaye Derneville, vio cómo su organización creada en 1959 fue disuelta por el presidente del gobierno, Mamadou Dia. Ella continuó su combate a través de movimientos como Soroptimist y Zonta Club. En 1977, participó en la creación, junto a trece organizaciones, de la Federación de Asociaciones Femeninas de Senegal (FAFS) para llevar a cabo acciones colectivas. La FAFS reúne hoy en día más de 400 asociaciones.

En cuanto a las luchas por los derechos civiles, éstas han sido llevadas a cabo por la Asociación de Juristas Senegalesas (AJS), creada en 1974, justo antes de la Primera Conferencia Mundial de las Mujeres. Dicha asociación se dedicó a la vulgarización de los derechos.

En 1984, una nueva toma de conciencia política se inició con la Asociación Yewu Yewi, que se opone, entre otras cosas, a las modalidades de la herencia musulmana y a la poligamia. Estuvo directa o indirectamente en la base de varias asociaciones que aparecieron en los años 90 y que lucharon por los derechos políticos de las mujeres.

La Conferencia Regional Africana preparatoria de Pekín, realizada en Dakar en 1994, hizo despertar al movimiento social femenino en Senegal, a través de sus intentos de unir las luchas de las mujeres. Es por ello que el Instituto Africano de Desarrollo (IAD) puso en marcha el Consejo Senegalés de Mujeres (COSEF, por sus siglas en francés) que, en 2007, construyó a su alrededor un vasto movimiento para la reivindicación de la paridad. Años antes, en 1999, el Encuentro Africano por los Derechos del Hombre había emprendido el primer acto de sensibilización sobre la paridad.

Los años 2000 han presenciado la maduración del proceso de ciudadanos que llevó a diferentes grupos sociales- particularmente jóvenes y mujeres- a movilizarse por sus derechos. Estas mujeres y jóvenes -las principales víctimas de las crisis económicas producto de políticas de ajustes estructurales, sintiéndose amenazados en su condición de existencia- han puesto en marcha estructuras y mecanismos de construcción de vínculos de solidaridad entre los miembros. Como dice Gaston Lanneau: "Es cuando un grupo social atraviesa un periodo de crisis, malestar, insatisfacción, cuando se ve amenazado en sus condiciones de vida, que afirmará, desarrollará, reforzará su cohesión, la solidaridad, y la relaciones de interdependencia de sus miembros" (1986). Este contexto de crisis permite a las mujeres cambiar el orden social obteniendo una ley de paridad.

De la estrategia de reivindicar los derechos a la estrategia de conquistar el poder

El proceso de la ley de paridad, iniciado en 2010 por el presidente de la república Abdoulaye Wade duró dos años. Estuvo marcado por intensas actividades del Caucus, una organización que reunió a Mujeres Dirigentes por el Apoyo a la Ley de Paridad y que realizó actividades de capacitación a las candidatas a las elecciones legislativas de 2012 y locales de 2014; para sensibilizar y promover la construcción de un consenso nacional.

Desde su puesta en marcha, las iniciativas del Caucus de las Mujeres Dirigentes buscaron construir el consenso alrededor de la idea del Presidente de la República: primero con las mujeres y luego con los actores políticos, antes de lanzar una campaña nacional de sensibilización para llegar a todas las clases sociales de Senegal.

El 5 de agosto de 2010 se llevó a cabo el primer acto del Caucus: un taller nacional que reagrupó a mujeres dirigentes de las 14 regiones de Senegal para permitirles llegar a una comprensión común del contenido de la ley y organizarse para promoverla en la base. El taller fomentó la elaboración de un plan de acción teniendo en cuenta la especificidad sociocultural de cada localidad así como la formulación de argumentos, con el objetivo de conseguir la adhesión de las poblaciones. Dicho taller fue la ocasión para poner en marcha los equipos regionales encargados de conducir el proceso a nivel local.

El Caucus consideró importante reunirse con las dirigentes de la oposición para explicarles el sentido de su planteamiento y su determinación para llevar a término el proceso, manteniendo siempre la distancia entre partidos. A todos y todas, les recordó que el proyecto de ley de paridad era el fruto de la lucha de muchas generaciones de mujeres, poniendo de relieve las cualidades o trayectorias de cada una que justifique la espera legítima de las mujeres para acompañarlas.

El Caucus de Mujeres Dirigentes realizó, después, una gira nacional por todas las regiones de Senegal, desde el 5 de agosto de 2010 al 7 de mayo de 2011, con el fin de explicar las cuestiones y el interés que tendría para las comunidades, el apoyar la ley de paridad.

Durante estos foros regionales, los y las dirigentes reconocidos-as por las bases fueron elegidos-as para llevar el mensaje frente a las autoridades públicas, líderes políticos, religiosos o tradicionales así como las y los actores culturales. Ellos yellas reunieron entre 300 y 1000 personas, encargadas de la vulgarización en sus barrios y sus ciudades. La apertura oficial de cada taller fue presidida por las autoridades públicas, seguida de un panel de expertos (juristas, sociólogos, islamólogos y especialistas de la religión cristiana) y de debates con la audiencia. Herramientas pedagógicas fueron producidas y utilizadas a lo largo del proceso, en el que la firma de "pagne du serment [5]" comprometía a las mujeres a no dejarse manipular por los hombres que las incitaban a injuriarse entre ellas. Las canciones y sketchs sobre la paridad fueron utilizados para facilitar la vulgarización del concepto.

La comunicación ocupó un lugar central en la estrategia del Caucus que firmó un acuerdo con Radio Televisión de Senegal (RTS) para cubrir todas las manifestaciones con una difusión en el noticiero de las 20 horas, seguido de un reporte especial de 5 a 10 minutos. Los adversarios de la paridad no eran visibles en el espacio mediático para defender su punto de vista, lo que contribuyó a facilitar la adhesión masiva de las mujeres y de los hombres a los argumentos del Caucus.

El Caucus ha buscado ensanchar la base sociológica de las y los actores implicados-as en las luchas por la paridad llegando a las-os actores religiosos, culturales y de las organizaciones populares. Para enfrentarse al oscurantismo, el Caucus ha colaborado a nivel local con los religiosos a favor de la paridad, para suscitar una mayor adhesión. Abades e imanes han participado en todas las actividades de sensibilización, desarrollando un argumento religioso a favor de la igualdad de género. El Caucus también ha buscado crear vínculos con las-os actores culturales comprometidos en el sector de la lucha (el deporte más popular de Senegal), de la música y de la pintura. Así, se pudo forjar una asociación con artistas plásticos de gran renombre para celebrar, el 14 de mayo de 2012, el segundo año de la paridad y realizar una gran manifestación, con la proyección de un film documental sobre el proceso, y una exposición y venta de cuadros de gran valor donados al Caucus por los artistas.

Al término del proceso de movilización para la aprobación de la ley de paridad, las medidas jurídicas necesarias fueron adoptadas, permitiendo una aplicación estricta de la ley. No obstante, la unanimidad no se consiguió. El voto de la ley de paridad conllevó ,a veces, a actos de violencia por parte de las y los actores políticos y religiosos. De esta manera los límites se hicieron visibles en implementación de la ley. Así, esta ley estipuló que toda lista debía componerse de una manera alternada de un sexo con otro, pero cada vez que nos encontramos en situaciones donde sólo un candidato era elegido, eran los hombres lo que conseguían la candidatura. Y debido a que en los 11 departamentos no había más que un diputado a elegir, el país cuenta con 64 mujeres diputadas en lugar de las 75 que deberían existir según la ley, sobre un total de 150.

Las mujeres que llegaron a la Asamblea no parecen estar dispuestas a continuar el combate, ya que sienten que están en deuda con sus partidos. Entre la fidelidad al combate de las mujeres y la lealtad a sus partidos, ellas han elegido. Sin embargo, las mujeres no deben olvidar jamás que no están a salvo del retroceso de la historia, porque la historia nos enseña que las revoluciones tienen momentos de flujo y reflujo, y la batalla por la paridad y la igualdad no serán la excepción. Sea cual sea, las revoluciones son siempre rupturas cualitativas, y con la ley de paridad, Senegal más que nunca está orientado hacia el futuro.

Notes

[1Reino situado en el norte de Senegal, fundado en el siglo XIII y vencido por los franceses en el siglo XIX.

[2Para Napoleón, la familia sólo tenía la finalidad de fabricar soldados. Y debía ser dirigida como un regimiento en el que el jefe es el marido que debería velar por el orden y la disciplina.

[3En el boletín oficial de la República francesa de 21 de marzo de 1945 fueron publicados uno al lado del otro, dos decretos firmados el 19 de febrero de 1945: el primero autorizaba a las mujeres europeas de fuera de la metrópoli a votar, el segundo lo denegaba a las mujeres ciudadanas de África Occidental Francesa (AOF). En Saint-Louis las mujeres se movilizaron masivamente contra esta medida que las golpeaba. Organizaron mítines y preconizaron acciones concretas, como la de matar a las europeas que fueran a las urnas el día del escrutinio. El 17 de marzo de 1945, el ministro de las colonias fue obligado a ceder, el Consejo de Estado anula el decreto de 19 de febrero de 1945 y lo remplaza por lo siguiente: «las mujeres ciudadanas son electrices y elegibles en las mismas condiciones que los ciudadanos franceses".

[4La UFS celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo de 1954.

[5El “pagne du serment" fue conocido como una herramienta pedagógica de transformación de comportamiento de las mujeres en política, con sesiones de compromiso y firmas públicas sobre un lienzo creado para este propósito.

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Bibliografía :

  • CISSÉ, Katy (2002), La revendication politique et citoyenne comme réponse à la marginalisation des femmes dans le développement : le cas du Sénégal : http://www2.cccb.org/transcrip/urbanitats/mons/pdf/Cisse.pdf.
  • LANNEAU, Gaston (1986), "Identités régionales, milieux urbains et ruraux" In P. Tap (éd.), Identités collectives et changements sociaux, Privat, París, pp.189-192. Voir aussi : http://www.lanneau.org/gaston/pdf/19-Identites-regionales.pdf.
  • Ministère de la femme, de l’enfant et de la famille (MFEF) (1993), Femmes Sénégalaises à l’horizon 2015. Imprimerie Saint-Paul, Dakar.
  • SARR, Fatou (2013), Femmes parlementaires de la 12ème législature au Sénégal : ces toutes premières héritières de la loi sur la parité. Laboratorio Género e Investigación Científica del IFAN, Universidad Cheikh Anta Diop et Fondation Friedrich Ebert, Dakar.
  • SARR, Fatou (2013), Sensibilisation sur la parité, bilan d’une campagne : des hommes s’engagent. Laboratorio Género e Investigación Científica del IFAN, Universidad Cheikh Anta Diop y PNUD, Dakar.
  • SARR, Fatou (2012), Indicateurs An Zéro de la parité au Sénégal. Laboratorio Género e Investigación Científica del IFAN, Universidad Cheikh Anta Diop, Dakar.
  • SARR, Fatou (2011), Ndatté Yala Mbodj Reine du Waalo (1846-1855). Collection Bande Dessinée, les héroïnes du Sénégal. Laboratorio Género e Investigación Científica del IFAN, Universidad Cheikh Anta Diop, Dakar.
  • SARR, Fatou (2011), La véritable histoire de Nder racontée aux enfants. Collection Bande Dessinée, les héroïnes du Sénégal. Laboratorio Género e Investigación Científica del IFAN, UniversidadCheikh Anta Diop, Dakar.
  • SARR, Fatou (Sous la direction de) (2010), Luttes politiques et résistances féminine en Afrique, con el prefacio de Samir Amin. Panafrica, Silex / Nouvelles du Sud, París.
  • SEMBENE, Ousmane (1960), Les Bouts de bois de Dieu. Éditions Presse Pocket, París.
  • TOURAINE, Alain (1993). La production de la société. Édition Seuil, París.