Monedas sociales crecen y fortalecen las economías locales en todo el país

Palma, Maracanã, Castanha, Cocal, Guará, Girasol, Pirapire, Tupi. La lista con variados nombres se extiende a más de cuarenta monedas sociales que circulan en barrios o pequeñas ciudades brasileras donde existen bancos comunitarios, creados para fortalecer la economía de comunidades carenciadas.

La cotización de la moneda social es idéntica al real, moneda oficial de Brasil, pero incluso así, termina siendo más valorizada que el real, ya que los comerciantes dan descuentos en las compras realizadas con ese dinero alternativo, según explica Joaquim de Melo, fundador y coordinador del Banco Palmas, ubicado en el Conjunto Palmeiras, barrio de la periferia de Fortaleza, capital de Ceará, estado ubicado en la región Nordeste de Brasil.

El uso de la moneda es simple: los habitantes pueden cambiar el real por la moneda social en el banco comunitario y usarla en el comercio de la región. Si se necesita comprar en reales fuera de la comunidad donde actúa el banco, la persona puede deshacerse del cambio. El objetivo de la moneda social es hacer que el dinero circule dentro de la comunidad. La práctica aumenta las ventas y genera más empleos en esas regiones. Leer más