Cuando 850 millones de personas en el mundo viven debajo de la línea de pobreza, cuando millares de niños mueren diariamente de hambre, cuando casi todos los días desaparecen culturas y modos de vida, cuando diariamente atentan contra el futuro del planeta, nadie puede pensar que lo que el mundo requiera hoy sea de nuevas regulaciones, que tienden apenas a salvar al sistema capitalista.
Se requiere de alternativas, es preciso un mundo nuevo -socialmente justo y ecológicamente sostenible-, hay que transformar el curso de este viejo orden económico, político, social, ambiental, generador de impactos ecológicos, climáticos y sociales que pagan las mayorías populares y amenazan la supervivencia en nuestro planeta. Las crisis sociales de esta debacle capitalista ya se siente en todo el mundo: desempleo, exclusión, vulnerabilidad de las clases medias.
La lógica de acumulación se impuso sobre las necesidades de los seres humanos. Hay una crisis de la civilización; riesgo incluso de la extinción del planeta y la desaparición de la especie humana. Leer más