Resistencia indígena, desde Colombia a Palestina

Rebelión.org

, por BALTZER Anna

“Solo ven nuestra agua, nuestra tierra, nuestros árboles. No les importamos. Quieren la tierra, sin la gente que vive en ella”

Estas palabras no son de un agricultor palestino sino de Justo Conda, gobernador de la Reserva Indígena de Lopez Adentro al sudoeste de Colombia, cuya comunidad fue repetidamente amenazada de desplazamiento por el ex-presidente Alvaro Uribe Vélez. Uribe, recientemente nombrado por la ONU para investigar el fatal ataque de Israel contra la Flotilla de la Libertad a Gaza, tiene un historial de derechos humanos notoriamente espantoso. Menos explorados son los claros paralelismos entre el maltrato de su gobierno a los pueblos indígenas de Colombia y los abusos por parte de Israel del pueblo originario de Palestina.

Según el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Colombia tiene una de las mayores poblaciones de desplazados internos del mundo, que asciende a 4.9 millones de personas. Según la Asesoría para Derechos Humanos y Desplazamiento, sólo en 2009 más de 286.000 colombianos fueron desarraigados de su tierra. Aproximadamente el 10% de la población colombiana ha sufrido desplazamiento, muchos de ellos son comunidades indígenas, descendientes de afro-colombianos de antiguos esclavos y campesinos*.

Como Israel, Colombia es el mayor receptor de la ayuda militar estadounidense en este hemisferio. En los últimos diez años se han destinado 6.000 millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses a Colombia, tercer receptor de ayuda militar estadounidense del mundo tras Israel y Egipto. Armados con armas y respaldo político estadounidense, el gobierno de Uribe y otros actores armados han expulsado por la fuerza a millones de personas por medio del asesinato extrajudicial y de tácticas terroristas, con lo que han dejado el camino libre para la explotación de recursos naturales por parte del gobierno y de las compañías multinacionales. Siempre en nombre de la seguridad y de la “guerra contra el terrorismo”, los soldados colombianos han quemado pueblos, saqueado hogares y destruido los medios de vida de comunidades que han tomado la decisión radical de permanecer en su propia tierra. Leer más