La pena de muerte se cobra cada año miles de vidas. En 2004, fueron 3.797 en 25 naciones. En los países donde aún persiste esta práctica, la condena recae de manera desproporcionada sobre minorías y pobres. En algunos casos, enfermos mentales y menores son víctimas de la más cruel de las sanciones penales. Más de 122 países abolieron la pena capital o impusieron la moratoria sobre las ejecuciones. El año pasado, 81 gobiernos, junto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, llamaron a los países a abolir el castigo o suspender su aplicación. La ejecución de la pena capital no constituye una violación del derecho internacional. Al menos, no por ahora: crece en todo el mundo la presión para poner fin a esta práctica. Mientras, nuevas tecnologías, como las pruebas de ADN, siguen demostrando la inocencia de algunos condenados. Esta cobertura especial de IPS Noticias pretende mantener vivo el debate. Leer más
Pena de muerte: la matanza legal