La amenaza más grave que enfrentan los maíces mexicanos son las gigantes empresas transnacionales de semillas -como Monsanto- que a nivel mundial controlan el mercado de semillas transgénicas, que presionan por todos los medios a su alcance para que México les otorgue permisos de siembra de maíz transgénico, que es una tecnología de alto riesgo.
Nuestro país es centro de origen del maíz – de al menos 59 de sus razas, que es en la actualidad el cultivo más importante en el mundo y forma parte del patrimonio cultural y alimentario que los mexicanos hemos compartido generosamente con toda la humanidad. Esta riqueza genética es la mayor fortaleza para enfrentar el cambio climático y el hambre en el mundo.
En cambio, compañías semilleras como Monsanto, Pioneer y otras, se han ido apropiando de las semillas del mundo a las que han tenido acceso, las cuales deberían mantenerse como patrimonio de la humanidad para garantizar el derecho humano a la alimentación en el futuro.