Una disputa de jurisdicciones impide al Estado peruano inventariar miles de pozos de petróleo y gas abandonados, algunos desde hace siglos.
Perú tiene miles de pozos petroleros abandonados y contaminantes, y 269 de ellos constituyen un peligro grave. Pero el gobierno todavía no ha elaborado un inventario para identificarlos y proceder a su limpieza y sellado, pese a una ley que lo obliga desde 2007.
Hay más de 6.000 pasivos ambientales del sector hidrocarburos, dijo a Tierramérica el ingeniero Jorge Villar, del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin).
En 2009, Osinergmin identificó 1.821 pozos mal abandonados, y en 2010 otros 2.803, todos en el noroeste, principalmente en las regiones de Piura, extremo noroccidental, y de Loreto, en la norteña Amazonia.
Esos pozos quedaron como pasivos ambientales de actividades de extracción de petróleo y gas realizadas entre 1863 y 1993, cuando aún no existían normas que exigieran a los titulares de las concesiones un abandono responsable de cada instalación.