Aunque el jefe de la oposición de la derecha más reaccionaria de Israel, Benyamin Netanyahu, sea conocido por su frialdad y su repugnancia a alabar a otras personas, hizo una excepción cuando dio sus impresiones de la reunión con el presidente George W Bush a primera hora de la mañana del pasado jueves en Jerusalén. Expresó su sorpresa ante la insistencia de Bush en acabar con la “amenaza” que representa el programa nuclear iraní - que los estrategas israelíes afirman que amenaza a Israel en particular - así como ante la insistencia de Bush en que Israel debe atacar a la resistencia palestina y “romperle el espinazo”. “Salí de la reunión más tranquilo en relación a la determinación de Bush de acabar con la amenaza iraní y satisfecho por su compromiso de proporcionar una cobertura militar a toda actividad militar que Israel emprenda en Gaza. Si se confiaran estas cuestiones a este presidente, no permitiría que quedara con vida ningún terrorista palestino”, afirmó el jueves por la mañana en la radio israelí en hebreo. Leer más
Luz verde estadounidense para las atrocidades israelíes
Saleh Al-Naami