La Lucha contra el Cambio Climático desde el Sur

Las mujeres kukama como ejemplo de resistencia en la defensa del río Marañón: El caso de Mari Luz Canaquiri

, por MOCICC , PELAEZ Elizabeth

Introducción

Actualmente nadie puede negar los efectos del cambio climático sobre el planeta. Prueba de esto son los diversos noticieros y documentales sobre el aumento de sequías, inundaciones, deshielos, entre otros fenómenos naturales acelerados (por accionar inconsciente del ser humano, en muchos casos) que ocurren con mayor frecuencia.

La Organización de las Naciones Unidas [ONU] comentó que el cambio climático (actual) y el agua se relacionan en tanto que “El cambio climático afecta al agua presente en el planeta de formas complejas. Desde patrones de precipitación impredecibles hasta la reducción de las capas de hielo, pasando por el aumento del nivel del mar, inundaciones y sequías: la mayor parte de los impactos del cambio climático se reducen al agua”(S/F). No obstante, si bien la ONU ha señalado el impacto preocupante del cambio climático sobre el agua que recorre el planeta, también es cierto que no solo debe prestarse atención al efecto climático en las fuentes de agua salada, como el mar (ya sea en forma de océano o hielo), sino también a otras como las fuentes de agua dulce, es decir, los ríos. Es por este motivo que los expertos consideran necesario que los medios de comunicación contribuyan a sensibilizar a la sociedad sobre la protección de los ríos, en tanto que "se habla mucho del mar y muy poco de los ríos, pese a que son con los que más directamente nos relacionamos la mayoría de las poblaciones", como afirma el medio ambientalista EFEverde (2023).

Diversas organizaciones activistas ambientales han propuesto soluciones para reducir de manera real los impactos del cambio climático. Al respecto, Andre Fourie, Director Global de Water Sustainability AB InBev, mencionó (para la World Wild Foundation) que "Transformar la manera en que el mundo valora y gestiona nuestros valiosos recursos de agua dulce es la forma más poderosa de adaptarse a la crisis climática. Todos debemos trabajar juntos para enfrentar las enormes amenazas a nuestros ríos y humedales, que son los cimientos naturales de sociedades y economías más resilientes" (2019). Si bien la propuesta de Fourie suena bien, en la práctica, por lo menos en la países latinoamericanos como el nuestro, Perú, es muy difícil de aplicar, en tanto que los políticos de turno, en lugar de promover políticas y acciones prácticas para proteger los ríos mismos, hacen todo lo contrario, depredarlos (con sus propias petroleras), en alianza, directa o indirecta, con miembros de economías ilegales.

Frente a este escenario de crisis climática, los pueblos costeños, andinos y amazónicos han decidido actuar, incluso si esto significa enfrentarse al Estado local, con el fin de defender su territorio y sus fuentes de agua dulce. En ese sentido, son estos pueblos los verdaderos defensores de los ríos, en tanto, según la ONU, al preservar los ecosistemas acuáticos saludables y realizar una mejor gestión del agua, reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y brindan protección, frente a los peligros climáticos, a los seres vivos que lo habitan (peces y fauna acuática); así como mantienen la calidad del agua de los ríos, expuesta a la contaminación constante de los relaves mineros (artesanales) y a las petroleras locales (nacionales e ilegales).

En este artículo se expondrá el caso del pueblo amazónico kukama, escogido por las acciones de resistencia que ha emprendido para la defensa del río Marañón que atraviesa su pueblo y, por ende, su territorio, su hábitat; resistencia loable y necesaria de rescatar dada la persecución del Estado peruano por dicho motivo, la cual perdura hoy.

Presentación de caso: el fallo legal a favor del río Marañón

Cuando hablamos sobre los derechos de la naturaleza en la Amazonía, suele haber un trasfondo común: la necesidad de proteger los bosques, ríos y territorios amazónicos del extractivismo desbocado y depredador (Peter Leys, 2024). En ese contexto, las luchas de la Federación de Mujeres Indígenas del pueblo Kukama Kukamiria, “Huaynakana Kamatahuara Kana”, de la zona de Loreto (Perú) por la protección legal del río Marañón es uno de los ejemplos de resistencias que se libran en el territorio amazónico de hoy.

El 8 de marzo, el I Juzgado Mixto de Nauta (Loreto) emitió la resolución judicial N°14 en respuesta a la acción de amparo presentada en el 2022 por mujeres indígenas de la federación Kukama Huaynakana Kamatahuara Kana, del distrito de Parinari, contra Petroperú, el Ministerio del Ambiente (Minam), el Ministerio de Energía y Minas (Minem), la Autoridad Nacional del Agua (ANA), el Gobierno Regional de Loreto y el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana. De esa manera, dicho Juzgado “establece en su sentencia [en primera instancia] que, si bien no se puede determinar como sujeto [humano] de derecho al río, sí se puede establecer que el Estado reconozca el valor intrínseco del río y adoptar una orientación precautoria en la protección, prevención y conservación. Por ello, se le reconoció como titular de derechos [al río y sus afluentes]” (Fernández 2024). Esta sentencia se debe también al gran valor espiritual que tiene el río para las comunidades indígenas, como la kukama (valor espiritual que explicaremos más adelante). Sumado a este fallo legal, además,

(…) Las lideresas han logrado que el dinero del canon de las petroleras sea utilizado en beneficio de las comunidades indígenas del territorio y sus necesidades básicas. También han logrado frenar la construcción de (…) dos proyectos que, de concretarse, profundizarían el despojo de los bosques amazónicos. (Peter Leys, 2024)

La victoria legal de las mujeres kukama no solo significa, entonces, la protección legal del río Marañón, sino también una serie de medidas secundarias, pero igual de importantes, que benefician a las comunidades indígenas que habitan el territorio donde nace, transita y vive el río. Una de estas medidas consiste en que las empresas que contaminaban y depredaban su territorio ahora tendrán que otorgar el dinero del canon para satisfacer las necesidades básicas de dichos pueblos amazónicos; la otra consiste en el mantenimiento en pausa de proyectos estatales que (por su plan de diseño) ponen en peligro la vida que existe en el territorio selvático, lo que incluye, evidentemente, a sus pueblos.

Testimonio de la presidenta kukama: Mari luz Canaquiri

Para conocer más sobre esta experiencia de resistencia de las mujeres kukama, nos comunicamos con Mari Luz Canaquiri Murayari, presidenta de la federación indígena amazónica aludida, quien nos narró cómo fue llevar a cabo este proceso legal para la defensa del río de Marañón frente a las entidades gubernamentales; al respecto, la lideresa kukama comentó que dicha defensa no fue un proceso fácil:

La experiencia es de años atrás; no solo es presentar una demanda, sino que acarrea algo, como treinta años; nosotras las mujeres no hemos tenido voz, por el machismo, nunca podíamos contar nuestra opinión (…) Siempre hemos estado solas, pero solas no se puede, por eso nos organizamos para lograr esta cuestión (...) todo eso nos ha hecho pensar otra forma de decir basta (…) La forma legal (…) le pedí ayuda a todo el [abogado] que pudiera, porque los [las] kukama no tenemos dinero para lograr esto (…) no ha sido fácil. (Comunicación personal, 19 de julio de 2024)

Si bien la presidenta kukama, con justa razón, se mostró orgullosa de lo que su pueblo ha logrado con la defensa legal del río Marañón, también la noté preocupada. Esto se debía a que, a menos de una semana del fallo a favor de la defensa del río, la sentencia fue apelada por Petroperú y los demás entes denunciados. No obstante, para la tranquilidad de Mari Luz, “en una sentencia de segunda instancia la Sala Civil-Sede Central, en la región Loreto, confirma sentencia que declaró al río Marañón y sus afluentes como sujetos de derechos” (Rodriguez, 2024).

Como comentó Mari luz, la lucha de resistencia de las mujeres kukama es muy dura, pues, además del tiempo y las fuerzas que invierten, llevar a cabo el proceso legal para que se respeten sus derechos no solo las expone a los peligros que pueden causarles las mafias ilegales que existen en la región amazónica, sino, lamentablemente, las convierte también en víctimas de las propias autoridades, quienes las denuncian cual delincuentes: “(…) Yo he sido denunciada por el ministerio del Interior, de Salud, porque siempre he pedido eso (…) salud, educación, por eso digo siempre que los que estamos dirigiendo un grupo siempre tenemos dificultades; hasta ahora no tenemos agua, seguimos tomando agua de río” (Comunicación personal, 19 de julio de 2024) .

La cosmovisión indígena como principio para la agencia de resistencia del pueblo kukama

Luego de ver este proceso difícil, pero logrado, de lucha del pueblo kukama, cabe preguntarnos ¿por qué es tan importante para las mujeres de esta comunidad indígena amazónica la defensa del río? ¿realmente vale la pena? ¿Acaso el río es una persona y, por tanto, sujeto de derechos, o por lo menos titular de los mismos? Para responder estas preguntas, es necesario adentrarnos en el pensamiento Kukama, o, mejor dicho, en su cosmovisión. Este concepto es definido por Arcila (1998) como el conjunto de respuestas a las interrogantes que los sujetos pueden tener sobre la visión de sí mismo, el mundo y el universo (p.33). Para los pueblos indígenas entonces, la cosmovisión que tienen no es la misma que de las sociedades occidentales capitalistas de hoy, en tanto su visión de la naturaleza y, por ende, su vínculo con ella no forma parte de una relación dicotómica hombre-naturaleza, sino más bien una donde dicha relación es de iguales: de respeto por un ente que, si bien no es humano, es un ser vivo y, por ende, posee, legalmente, el mismo derecho (básico) a ser respetado y protegido por el estado. Al respecto, Mari Luz comenta que

Para nosotros [indígenas kukama] el río es fundamental, es parte de nuestra vida, no solamente es agua, tiene muchos seres vivos, muchos espíritus, entonces no es simplemente un río. Cada río tiene su fluviación y gracias a ellos existimos, porque son ellos los que nos dan la vida, que es un derecho humano; nuestras plantas toman agua, y sin el río nadie estaría vivo (…). (Comunicación personal, 19 de julio de 2024)

Para Mari luz, el río es, entonces, parte elemental de su vida, no solo porque alimenta y acoge (da relajo, aseo, entre otras actividades) a su pueblo desde tiempos ancestrales, sino que alberga espíritus ancestrales (de personas u otros seres) respetados por su pueblo indígena (como el espíritu mismo del río).

Las voces (defensoras) de las mujeres kukama narradas por sí mismas

Le preguntamos a Mari Luz si las mujeres kukama se consideraban guardianas o, más bien, defensoras del río Marañón, puesto que, “en un precedente histórico, el Poder Judicial ordenó [en dicha sentencia] el nombramiento y reconocimiento de las organizaciones indígenas como guardianes, defensoras y representantes del río Marañón y sus afluentes” (Fernández, 2024), por lo que era lógico que pidiera saber si la líder kukama estaba de acuerdo con ser denominada con todas esas palabras (aparentemente) sinónimas, ahora legales, a lo que respondió lo siguiente:

Nosotras no somos guardianas, somos defensoras [cursivas mías]; defendemos lo nuestro, nuestra casa (…) las personas que vienen a investigar se adueñan de nuestras palabras, no confío en nadie. Queremos ser más cuidadosos con nuestras cosas, porque contando que sufrimos [amenazas], al final ¿quién paga? No tenemos una seguridad; estamos propensos a que nos maten; no quiero propaganda, eso me da estrés (…) a veces no queremos aceptar invitaciones, ya no queremos participar porque no podemos conseguir lo que nos piden. Todo eso nos afecta. (Comunicación personal, 19 de julio de 2024)

Es entendible, entonces, que Mari Luz nos enfatice que no es guardiana sino, más bien, defensora (del río), en tanto defiende lo que considera que es suyo y de la comunidad como el bien acuático, así como que no quiera que estas palabras sean apropiadas por personas ajenas a la comunidad, en tanto alteran no solo materia, sino la forma de comprender al río (como ser vivo que no es inferior a nosotros, sino igual). Pensamiento razonable, puesto que quien se apropia de la cosmovisión de los pueblos originarios (de manera consciente o inconsciente) termina cayendo en el papel del sujeto que habla por el subalterno; al respecto, Giraldo (2003) comenta que “Es claro que el subalterno ’habla’ físicamente; sin embargo, su ’habla’ no adquiere estatus dialógico–en el sentido en que lo plantea Bakhtin–, esto es, el subalterno no es un sujeto que ocupa una posición discursiva desde la que puede hablar o responder” (p. 298). En consecuencia, no pretendo ponerme en el papel del sujeto que habla por Mari Luz, porque no es mi objetivo que ella siga en la posición del subalterno, en la que la mantuvo, y quiere mantener, el estado peruano (en favor de las empresas privadas con las que pacta actos de corrupción para explotar los recursos naturales de todo el país a cambio de favores, atentando así contra los derechos de los pueblos amazónicos), sino, por el contrario, como literata colaboradora del MOCICC, tambien me uno a la misión de ser un medio para que se escuche la voz de las mujeres indígenas por sí mismas; como la voz de la presidenta de la federación kukama, que, pese a las dificultades de comunicación técnica, aceptó esta entrevista.

Según la protección legal que ahora posee el río Marañón, este, en tanto declarado titular de (derechos), entre las medidas para su protección destacan, por ejemplo, que solo el hecho de lesionar sus derechos otorgados habilita a sus representantes a accionar legalmente para contar con tutela jurídica. Al respecto, le preguntamos a Mari Luz que opinaba sobre este tema, si pensaba que se cumplen dicha protección legal, o si considera que es insuficiente:

Nos parte el alma que las autoridades den concesión del río sin consultar, sin saber cuántos años estamos en esto. El pueblo Kukama siempre se alimentó de pescado, siempre hemos sido los que guardamos pan para mayo; los (grandes) pesqueros ya han firmado contrato, sin haber consultado al pueblo. Nosotros hacemos actividad de reforestación. Cuando voy a algunos lugares, vengo analizando muchas cosas, como que las ONG hablan bonito, pero que no ponen el pecho; veo varias ONG que apoyan a organizaciones, y nunca han llegado a esta zona (Comunicación personal, 19 de julio de 2024).

A partir del testimonio de la líder kukama, se comprende su malestar respecto a que las medidas de protección del titular de derechos son insuficientes en la realidad, en tanto no hay entes del gobierno (que, paradójicamente, en vez de proteger, denuncia a quienes protegen sus recursos) que vigilen que los grandes pesqueros no entren sin permiso al río para depredarlo o contaminarlo, o que otros entes (privados o legales) hagan lo mismo. Asimismo, se comprende también que critique a las ONG que llegan a su región y no se quedan hasta el último proceso legal, o que no llegan siquiera a su pueblo, sin contar la (ya mencionada) desconfianza que puedan sentir por estos entes que consideran foráneos y que pueden apropiarse de sus palabras kukama, sin tener conciencia de ello, si bien estas labores de llegada, escucha y trabajo por su pueblo deben ser y son, claramente, del estado.

Reflexión final

Por último, para culminar este texto que oscila entre un informe expositivo y la entrevista, cito las palabras de Mari Luz Canaquiri, ante mi pregunta final de la entrevista que le realice: ¿Están dispuestas, como mujeres kukama, a seguir más tiempo luchando por la defensa de las fuentes naturales de agua y, en consecuencia, por el territorio amazónico? A lo que Mari Luz respondió:

Nosotras vamos a continuar, nadie nos respalda, pero vamos a continuar; (…) para dejar herencia para el mundo, porque si nosotros no cuidamos nuestros derechos, nadie lo va a hacer (…) El agua en lengua kukama dice “alimenta a tus hijos”; nosotras amamantamos a nuestros hijos con afectos; igual la madre naturaleza nos alimenta con la teta. Como siempre, a la madre hay que valorarla, para seguir existiendo. (Comunicación personal, 19 de julio de 2024)

Con esta reflexión de la líder kukama Mari Luz Canaquiri, queda claro su deseo sincero y resistente de luchar con y junto a su pueblo para proteger al Marañón y dejar ese legado a las siguientes generaciones porque, si olvidamos que el río tiene vida, que es gente, titular de derechos, se extinguirá y, con él, la vida del pueblo kukama, así como, por efecto viral, la de otros pueblos indígenas amazónicos.

Por último, queda en evidencia que el caso del pueblo kukama es un ejemplo de resistencia frente al cambio climático, puesto que no solo se enfrenta al impacto que este está provocando en su río (y territorio), sino también a los que la mano de los seres humanos (que debería protegerlo) está causando, como es el caso no solo de los petroleros o mineros ilegales, sino de la misma empresa estatal Petroperú, cuyos representantes han denunciado a la misma lideresa kukama, Mari Luz (como señaló en el testimonio citado). Por todo esto podemos decir que las mujeres kukama (en particular) son las verdaderas defensoras del río Marañón; es decir, de un ecosistema acuático saludable de agua dulce; por lo que, pese al miedo de la lideresa kukama entrevistada, están decididas a enfrentarse al estado y los ilegales, de manera legal, hasta donde le den sus fuerzas.

Referencias