Los biocombustibles de primera generación, como el etanol y el biodiesel, debutaron en el escenario mundial como la solución a la trampa de los combustibles fósiles. Pronto comenzó a acumularse la evidencia de que esta supuesta solución bien podría ser un conjunto de nuevos problemas.
Los biocombustibles de primera generación, como el etanol y el biodiesel, debutaron en el escenario mundial como la solución a la trampa de los combustibles fósiles. Pronto comenzó a acumularse la evidencia de que esta supuesta solución bien podría ser un conjunto de nuevos problemas.
Ejecutivos y científicos de corporaciones de agronegocio y biotecnología conocen los problemas causados por agrocombustibles de primera generación, y apuestan a que éstos pueden ser resueltos por una nueva generación de agrocombustibles derivados de celulosa. Leer más