La Lucha contra el Cambio Climático desde el Sur

Introduction

, por MOCICC , GUILLEN Micaela

En las últimas décadas, la crisis ambiental del planeta ha sido tema de innumerables debates y propuestas de acción para prevenir un colapso y buscar alternativas. Sin embargo, las alternativas planteadas dentro de un sistema económico en decadencia, como el capitalismo, han generado soluciones que mercantilizan la naturaleza como medida de salvataje y han derivado en una profundización de la crisis y las injusticias sociales y ambientales históricas sobre los territorios de sacrificio del desarrollo mundial. Estas falsas soluciones lideradas por el norte global para expiar culpas se han convertido en nuevas formas de colonialidad y dominación, por los efectos que tienen sobre la vida y el destino de los pueblos del sur global.

Entonces, desde el Sur global no solo nos enfrentamos a los efectos del cambio climático y las consecuencias de las múltiples actividades extractivistas en nuestros territorios para favorecer al desarrollo y enriquecimiento del norte; ahora tenemos que asumir los pasivos de las acciones para exculpar a los contaminadores, mecantilizando nuestros territorios y generando crisis políticas y económicas que entrampan a nuestros gobiernos para que flexibilicen los estándares ambientales para una mayor inversión que genere ingresos. Ello, al mismo tiempo que se debe atender y asumir acciones climáticas reales para adaptación y mitigación, que impliquen dejar la explotación de los recursos naturales, como los combustibles fósiles o los minerales críticos de la propuesta hegemónica de la transición energética del norte global. Nuestros países que son fichas importantes del funcionamiento de este sistema siempre optarán por seguir manteniendo vivo el sistema capitalista, y se deja de lado lo realmente importante en este momento de la historia que es exigir cambios radicales para salvar la vida en nuestro planeta.

En los últimos años hemos tenido una creciente corriente de políticas que reclaman el reconocimiento de la naturaleza como sujeto de derechos, tratados de fe que hablan de la naturaleza como una casa común a la que hay que proteger y cuidar, expresiones artísticas vinculadas a lucha contra al cambio climático como forma de protesta y manifestación del sentir de una generación que mira con poca esperanza el futuro. Sin duda, estamos ante un momento en el que la humanidad se ve forzada a dar un giro epistemológico, para re entender su relación vital con la naturaleza, y por tanto, existe la posibilidad de una mayor comprensión sobre las resistencias de los pueblos colonizados y oprimidos, en nombre del desarrollo y la civilización.

Como todo proceso de giro epistemológico es un momento de caos, persecuciones y estigmatización, también es un momento de reconstrucción, recuperación y revaloración de los saberes ancestrales e innovación de conocimientos. En un contexto de crisis climática, podemos hablar y pensar de transición ecológica, propuesta e implementada por los mismos pueblos en resistencia. Así que, mientras los países del norte global proponen un proceso de transición energética que involucra la extracción problemática de minerales o cambios que no cumplen con la urgencia de la acción climática; los pueblos del sur- desde sus luchas - tienen propuestas construidas desde la revaloración de saberes ancestrales que son alternativas a las luchas frente al cambio climático. Tales son los casos que nos llevan a pensar en alternativas económicas que se vinculan a la seguridad y soberanía alimentaria desde los barrios en las ciudades, así como, entender el manejo de las cuencas de los ríos.

Estos procesos son construcciones colectivas e históricas de la gente, que se viene organizando por siglos y resistiendo a un sistema impuesto para la extracción de conocimiento y depredación del planeta, nuestra casa común. Durante mucho tiempo, el engaño del “desarrollo” de la “superación de la pobreza” ha significado una nueva forma de dominación y colonización. Esta ha sido la excusa para exigir a nuestros gobiernos adaptarse a un sistema económico que favorece el enriquecimiento de unos pocos, impone modelos de participación elitistas, hegemoniza la cultura y mercantiliza el poder. Pensar en un cambio de paradigma nos obliga a plantearnos con urgencia un cambio en el sistema, porque el problema no es el clima, el problema es el sistema y debemos cambiarlo.

En esta edición desde el Movimiento Ciudadano Frente al Cambio climático (MOCICC) hemos invitado a activistas, dirigentes de diversas partes de nuestro país a compartir sus experiencias de resistencia y los procesos que acompañan en la lucha frente al cambio climático. Podrán encontrar en estos artículos alternativas que se están planteando de forma colectiva en los territorios y desde los pueblos por la defensa de nuestro planeta.

Esperamos que estos textos contribuyan al debate y el diálogo, a la inserción histórica de las voces que durante siglos han exigido una mejor relación con la tierra. El cambio climático es una realidad y este 2025 es un año histórico para el planeta, los ojos del mundo estarán puestos en América Latina y el debate sobre el cambio climático tendrá como escenario uno de los ecosistema más importantes y controversiales: La Amazonía. Esta COP será quizás una de la más importante para la vida del planeta y la historia de la humanidad. En ese sentido, como MOCICC buscamos plantear un debate más amplio desde la organización, lo comunitario y la defensa de la naturaleza, porque es posible resistir al cambio climático y prolongar la vida de la humanidad un poco más.

Crédit : MOCICC