Independencia, hace 50 años: Instituciones heredadas, discapacidad y orientación hacia el desarrollo

, por Pambazuka

 

Versión original en francés publicada por Pambazuka. Traducción: Rocio Guerrero.

 

Los africanos no siempre interiorizan la sabiduría que caracteriza sus proverbios como ejemplo, “Dormir bajo la estera de otro, no nos ofrece una pasible noche”. Escuchando esto hubieran entendido que África independiente no puede liberarse totalmente de la colonización si se construye a partir de las instituciones heredadas del poder colonial, si se limita a las fronteras trazadas por ese mismo poder y siguiendo los esquemas de pensamiento dejados por ellos.

Para el Principe Kum’a Ndumbe III las discapacidades africanas nacen directamente en estos hechos. [Safarse de la herencia colonial, es necesario para] “una evolución hacia el progreso y hacia un desarrollo al servicio de las poblaciones de nuestro continente”.

Cincuenta años después del duradero fracaso de las independencias africanas la pregunta fundamental y recurrente es ¿Quiénes somos? ¿Hacia donde vamos? Imposible encontrar una respuesta satisfactoria y no hablo nisiquiera de un comienzo de aplicación de posible respuesta!

Con las independencias, heredamos instituciones estructurada por el colonizador durante su periodo de dominación triunfante sobre nuestras tierras. Y seguimos utilizándolas como si las hubieran creado defendiendo el interés de nuestras poblaciones. La creación de una institución debe servir a la aplicación de política deseada y programada. Todo aquel que hereda y perpetua instituciones disfuncionales, perpetua también las políticas que son su fuente de referencia. A pesar de los colores locales y de los orgullos nacionales las instituciones africanas siguen perennizando una política colonial.

Los Estados africanos actuales, instituciones supremas, no han sabido liberarse de las fronteras geográficas trazadas según los intereses y la capacidad de supremacía de los colonizadores. Como podemos constatarlo en los mapas geo-políticos, las fronteras fueron trazadas muchas veces y desde hace poco -después de los años 1960, con la ayuda de una simple regla que despojaba de manera durable la cohesión de nuestros pueblos. Debemos hoy forjar nuevas naciones!

La historia del África nos enseña que nuestros pueblos vivían dentro de Estados-Naciones que reconocían a un jefe supremo que reconocía a las poblaciones y les concedía una libertad de acción necesaria para la auto-gestión. El occidente importa con la colonización un sistema de poder centralizado altamente útil para el dominio exterior y que elimina las iniciativas de gestión propia. Las poblaciones nativas se encuentran entre paréntesis cuando se trata de toma de decisiones políticas mayores que siempre son tomadas en la “metropolis” fuera de los países. Pero, en cambio, cuando se habla de “asuntos indígenas”, asuntos de menor importancia nos permiten todavía una posibilidad de acción y de pensamiento. Estamos ahora en el 2010, enseñándole a nuestras poblaciones lo que deben hacer y no hacer, sabiendo que con el poyo de los jefes de Estado las orientaciones las definen las grandes organizaciones internacionales como el Banco Mundial o el FMI. Estamos secuestrados en nuestros propios países, atrapados dentro de instituciones que nos incapacitan en el impulso de tomar las riendas de nuestro propio destino.

No podemos negar que existen en África un sin número de infraestructuras modernas: escuelas, colegios, liceos, universidad, iglesias y mezquitas muchas veces de alto renombre, instituciones de justicia, tribunales, estructuras económicas e industriales, infraestructuras de transporte, hospitales. Todo esto nos reafirma en nuestra identidad de “Africanos Modernos” y es mejor no interezarnos en la observación detenida para poder conservar esa ilusión de progreso y desarrollo. Si queremos entender más a fondo la realidad, podemos preguntar a las instituciones educativas ¿Cuales la herencia científica del África milenaria que se enseña en sus instituciones? ¿Cual es la lengua de transmisión de los saberes? ¿Enseña usted que África jamás a inventado nada desde que existe la humanidad? Le preguntaremos a las instituciones de justicia y a los tribunales modernos ¿cual es el código sobre el cual se apoyan sus leyes? ¿Qué tiene de africano el código de Napoleón o la Common Law? ¿Porqué la universalidad de esos códigos no se aplica en países como la China? ¿Que hicieron con las tradiciones judiciales de África? ¿Con los derechos que estructuran nuestras mentalidades, nuestras culturas y nuestra historia milenaria? A las estructuras económicas les podemos preguntar ¿Porqué las infraestructuras de transporte y ferroviaria enlaza el interior de los países a los puertos como el de Douala en Cameron y enlaza a los países entre ellos? ¿Porqué los países no están conectados desde el interior? ¿Utilizan ustedes sus propias monedas o siguen reducidos al uso de la moneda extranjera desde 1884? ¿El Franco CFA, Comptoirs Français d’Afrique que el 26 de diciembre de 1945 se convirtió en el Franco de las Colonias Francesas de África, que en 1958 cambio a Franco de Comunidades Francesas de África y que fue rebautizado hoy nuevamente por la UEMOA como Franco de la Comunidades Financieras de África y por la CEMAC en Franco de la Cooperación Financiera de África Central, está todavía subordinado al banco de Francia y garantizado en Euros por el Tesoro Francés? ¿La CEMAC y la UEMOA todavía promulgan lo respectivos CFA no son ni convertibles ni intercambiables? ¿Cuando tendremos los africanos una política monetaria que podamos nosotros mismos controlar sin que la libertad monetaria conduzca sistemáticamente a la libertad de caer en quiebra?

A las estructuras hospitalarias, pregúntenles cual es el puesto de la medicina africana ancestral dentro de la formación de médicos y enfermeras de los centros. ¿Porqué nuestras plantas medicinales están patentadas en occidente y vuelven a nuestros países como medicamentos importados?

A las iglesias y a las mezquitas pregúntenles lo siguiente: ¿Cuál es la herencia de África, cuna de la humanidad, en las religiones profesadas en sus templos? ¿Porqué sus enseñanzas religiosas se limitan esencialmente a los dos últimos milenarios sobre los 5,5 millones de años que cuenta la humanidad?¿Qué dicen ustedes sobre el aporte religioso del Africano, que desde hace 150.000 años hizo su aparición como homo-sapiens negroide mucho antes de que llegara a Europa hace 40.000 años? ¿Sólo existe salvación divina cuando no se es de origen Africano sabiendo el negro es el primer ser humano sobre la tierra? Primero, como Adam y Eva. El África sigue siendo aún la cuna de la humanidad. ¿Cuentan ustedes a sus cristianos y en sus iglesias que Enoch, quién fue trasladadopor Dios para no ver la muerte era un negro Etiopiano?¿Les cuentan ustedes a sus cristianos africanos que Enoch escribió su libro santo de 40 a 80 años antes del diluvio universal, osea 9000 años antes de Jesús Cristo y que Cristo citaba su libo de memoria? ¿Dónde está el libro de Enoch en sus biblias desde que el obispo italiano Filastrius de Brescia en el 398 después de Cristo lo excluyó de la Biblia?

A los gobiernos, a las comunidades urbanas y a las alcaldía pregúntenles lo siguiente: ¿Dónde están los monumentos a los grandes reyes africanos, a los sabios, a los inventores negros, a los mártires que lucharon contra la invasión extranjera? ¿Dónde están las plazas, las calles que portan sus nombres para construir una memoria colectiva? ¿Dónde están los monumentos, las plazas, las calles Lock Priso, Duala Manga Bell, Martin Paul Samba, Ruben Um Nyobé, Albert Ndogmo, Ernest Ouandié y todos los otros héroes de Yaoundé, Bafoussam, Garoua, Maroua y otras partes de Camerún? Estas preguntas hay que hacerlas en cada país africano en este año 2010 y nombrando a cada héroe respectivo.

Instituciones y corrupción

Si respondemos nosotros mismos a estas preguntas, nos damos cuenta que nuestras instituciones africanas arrastran una larga y pesada discapacidad que nos impide lograr una evolución hacia el progreso y hacia un desarrollo al servicio de nuestras poblaciones y nuestro continente. Nuestras instituciones se han mantenido en una posición que mira hacia afuera y o hacia adentro. Funcionan en África para el beneficio de los no-africanos , con los impuestos pagados por los africanos. Cuando el colonizador llegó a nuestras casas en el siglo XIX utilizó para su conquista a mercenarios africanos importados de otros países. Los alemanes por ejemplo, en su campaña militar comerunes utilizaron a los “Cru Boysè” y a los soldados “dahoménos” que venían mayoritariamente de Ouiddah.

Por un pedazo de pan, estos africanos y distintos cameruneses también, participaron como soldados en la colonización de nuestro país. También algunos de nuestros reyes aceptaron entrar en las redes de corrupción para abrirles la puerta a los conquistadores y avanzar ellos en la guerra contra los demás reyes continentales. La estrecha visión que contrapone al beneficio personal con el destino de todo un pueblo y la búsqueda desesperada de obtener las ganancias inmediatamente permitieron que la corrupción beneficiara al colonizador y que se instalara como un método normativo de la política africana.

El orden colonial debía instalarse a toda costa! Todo aquel que no aceptara las redes de corrupción fue excluido, expulsado de sus funciones, exiliado o asesinado. Con las independencias, que no desembocaron nunca en una sola independencia real; a los africanos les enseñaron a erigirse contra sus propios compatriotas en lucha. Les ofrecieron beneficios personales exorbitantes y los orientaron a crear estrategias para ganar individualmente en detrimento del interés supremos de los jóvenes Estados. La lucha por el poder se redujo a la lucha por el enriquecimiento personal, inmediato y eficaz.

En política, ya no se trata de seguir tal o cual orientación estratégica para que el país avance según las convicciones del momento, se trata simplemente de alcanzar su porción del gran pastel nacional. Esta es la atmósfera política africana, en donde la corrupción es la reina. La política no se construye según las orientaciones económicas, filosóficas, sociales o espirituales. Se construye ganando personas, pagando personas, enriqueciéndolas un poco para permitirle al corruptor de enriquecerse más aún. El corruptor paga un derecho de vía natural.

En el 2010, la corrupción gangrenó tanto las instituciones del Estado post-colonial africano que los mismos países occidentales que introdujeron el sistema político en el continente, quedaron ofuscados e hicieron un llamado de alerta. En efecto, con la independencia relativa se nacionalizaron los funcionarios herederos de las instituciones y que hoy exigen des pots-de-vin exorbitantes para la más insignificante firma. Corrompen hasta a los antiguos colonos a los que no les permiten ingresar en ningún mercado sin obtener un 15 o un 30% de la ganancias. La corrupción se voltea hoy contra sus creadores. El occidente pierde hoy enormes sumas de dinero por esta razón.

La lucha contra la corrupción, cáncer continental, es una necesidad vital para los países africanos. Los jefes de Estado que han luchado contra ella deben ser apoyados por sus sociedades porque los textos de ley existentes hoy en día no son suficientes para derrocarla. Los africanos necesitan una orientación política a la cual adherir verdaderamente, necesitan un provecto de sociedad construido por ellos mismos para intentar ponerlo en aplicación. La cuestión del poder deber ser resuelta sobre la base del respeto de nuestras tradiciones, de nuestra mentalidad, de los derechos de los pueblos, de los derechos humanos y de las convergencias que la modernidad nos impone.

Este concepto está basado en un consenso general que debe ser largamente discutido y aceptado comúnmente par entender cómo se puede establecer un poder sin efusión de sangre. Los mecanismos de control deben obligar a cada uno, sin ninguna excepción, a respetar las reglas admitidas colectivamente. Las instituciones generadas de un consenso general deben garantizar la estabilidad del sistema. En resumen, no se deben seguir cambiando las instituciones en conformidad a las oportunidades. La constitución debe convertirse en una ley fundamental. El jefe de Estado de ser el garante de esto. Abrir el campo político de los países africanos le permitirá a los ciudadanos adherir a un verdadero proyecto de sociedad. Las poblaciones que estén decidas por fin a manejar su propio destino colectivo reducirán sensiblemente el espacio de corrupción asegurando el respeto de las instituciones.

Los países africanos tendrán por fin un salto cualitativo.