Estos párrafos son parte de la síntesis del grupo de trabajo de educación, del Consejo Internacional de Educación de personas adultas, publicado en América Latina en movimiento, n°472.
Río+20 se desarrolla en una coyuntura global de crisis. No sólo asistimos a las consecuencias residuales de la crisis financiera de 2008, sino a una crisis de mayor magnitud en todos los indicadores sociales y económicos. Aunque la mirada de analistas y de la opinión pública se encuentra focalizada en Europa y Estados Unidos, la coyuntura manifiesta señales de colapso (en un sentido más dramático) o de agotamiento de un modelo de desarrollo capitalista de sello neoliberal.
Lo inédito de esta coyuntura es que, a diferencia de la crisis de 2008, la fuerza movilizadora de los movimientos ciudadanos, ha recompuesto una agenda global y dinamizado el debate acerca de las posibilidades de recomposición del modelo neoliberal.
La síntesis señala además una mirada crítica y cualitativamente diferente, entendemos que Río+20 debe ser un proceso que amplifique la movilización neo paradigmática, para avanzar hacia sociedades justas e integralmente sustentables, capaces de responder a las necesidades tangibles y no tangibles de los seres humanos y sus comunidades, habitando el planeta de manera inclusiva con las lógica de la tierra (la casa común) y generando un nuevo modo de entender la convivencia, la diversidad y la solidaridad en cuanto recursos cívicos y éticos básicos para una democracia de participación.