Economía social y solidaria

José Luis Coraggio, No. 430, marzo 2008, 36 páginas, pdf

, por ALAI

El sistema capitalista muestra en la periferia
latinoamericana sus peores tendencias: arrasar
con lo que se haya logrado de las mismas condiciones
que ese sistema institucionalizó como
mecanismo material y simbólico de integración:
el trabajo asalariado con derechos sociales
que debían ser garantizados por el Estado;
arrasar con las bases naturales de la vida, llevándose
no sólo los productos de la tierra sino
la tierra misma, su fertilidad, su agua, sus
balances climáticos. Y ni siquiera en los países
donde logra tasas inéditas del tan ansiado crecimiento
económico se revierte ese proceso.
La pobreza y la indigencia pueden cambiar
momentáneamente sus números pero la tendencia
a la degradación de la calidad de la vida
continúa, se extiende el avance de las formas
más perversas de explotación de los seres
humanos y la naturaleza. Esta economía capitalista
periférica no va a integrar por sí sola
sociedades justas, que requieran y permitan el
reconocimiento y el desarrollo pleno de las
personalidades y capacidades de todos los individuos
y comunidades. Se requiere una política
democrática y poder social de las mayorías.