Entre las posibilidades que se plantean y que son mencionadas por los autores del libro, se encuentran: la derrota militar de alguno de los actores enfrentados o la solución política negociada. Aunque el fortalecimiento y modernización de las Fuerzas Armadas y la implementación de la Política de Seguridad Democrática (PSD) han minimizado el accionar e impacto de los grupos armados ilegales, una derrota definitiva de estos grupos no se visibiliza como cercana teniendo en cuenta la capacidad de adaptación rápida que estos grupos, principalmente las Farc han demostrado.
La derrota de las Fuerzas Armadas es un caso menos probable, ya que la reforma militar adelantada desde 1998 permitió una renovación positiva de las instituciones militares, aspectos como su capacidad de reacción, entrenamiento, diseño de estrategias y tácticas, cambios doctrinales y operacionales, junto con la PSD las convierte en una de las más preparadas en América Latina.
La salida política negociada, expresada en una opinión generalizada por los autores no solo como la más deseada sino como la única alternativa posible y efectiva para dar terminación al conflicto de manera definitiva, tampoco se ve como probable en el corto plazo teniendo en cuenta el fracaso del más reciente proceso de paz en el Caguán y la falta de voluntad política de las partes por propiciar los acercamientos. Por tanto, la posibilidad de hablar de posconflicto en Colombia aún no es muy clara dado que los factores analizados por los autores desde diferentes perspectivas hacen pensar que el conflicto interno continuará en la misma dinámica.