Cada año, México desecha 300 mil toneladas de basura tecnológica. Sólo se recicla una de cada diez

Por Ernesto Méndez

, por EcoPortal

En el transcurso de diez años, un mexicano promedio cambió una vez de televisor, dos veces de computadora y cinco veces de teléfono celular. Cada año, los mexicanos desechan 300 mil toneladas de aparatos tecnológicos, y esta cantidad crece a un ritmo de 6% anual. Sólo se recicla uno de cada diez kilos de desechos tecnológicos.

Sólo se recicla uno de cada diez kilos de desechos tecnológicos. El país es el segundo mercado en aparatos electrónicos en América Latina.

Cada año, los mexicanos desechan 300 mil toneladas de aparatos tecnológicos, y esta cantidad crece a un ritmo de 6% anual.

Esas montañas de computadoras viejas, televisores y celulares podrían llenar 100 albercas olímpicas.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología, sólo se recicla uno de cada diez kilos de estos desechos, y la ONU ha detectado que la mayor parte de los municipios del país no tienen la infraestructura para tratar esta basura.

El problema es que los desperdicios electrónicos contienen compuestos o metales pesados como mercurio, plomo, cadmio, níquel, selenio, arsénico, cromo y bromo, que si no son tratados se convierten en un riesgo para la salud y el ambiente.

Buena parte de los habitantes del país colabora en este fenómeno. En promedio, en el transcurso de diez años, cada mexicano cambió una vez de televisor, dos veces de computadora y cinco veces de teléfono celular.

Las zonas urbanas en las que se concentra la generación de tecnobasura son las del Valle de México (94 mil toneladas cada año), la frontera Tijuana-Ciudad Juárez (con 36 mil toneladas), Nuevo León (20 mil toneladas) y Tamaulipas (con 15 mil toneladas).

Basura electrónica amenaza al país

En el transcurso de diez años, un mexicano promedio cambió una vez de televisor, dos veces de computadora y cinco veces de teléfono celular.

Un informe de Business Monitor Internacional, empresa de investigación de mercados y análisis de riesgo, establece que después de Brasil, nuestro país es el principal mercado de aparatos electrónicos de América Latina.

La economía de escala (producir más a menor costo), el rápido avance de la tecnología y la migración de los aparatos analógicos a los digitales, así como el surgimiento de las televisiones y los monitores de pantalla plana, provocaron un aumento en la generación de basura electrónica. Dispositivos más baratos y con menos tiempo de vida útil.

“Tenemos ahí una especie de bomba de tiempo, que todos sabemos que está ahí, que está haciendo clic, clic, clic y no estamos sabiendo cómo entrarle al tema”, advirtió la coordinadora del Programa Universitario de Medio Ambiente (PUMA), Mireya Imaz Gispert.

Según un estudio del Instituto Nacional de Ecología (INE), elaborado el año pasado, México genera 300 mil toneladas de basura electrónica al año con una tasa de crecimiento de 6 por ciento. Una cantidad suficiente para llenar 100 albercas olímpicas.

Las regiones y estados del país con mayor producción de desechos tecnológicos son: la Zona Metropolitana del Valle de México (94 mil 203 toneladas al año), Tijuana–Ciudad Juárez (36 mil 166 mil toneladas al año), Nuevo León (20 mil 835 toneladas por año), Tamaulipas (15 mil 749 toneladas por año) y Coahuila (12 mil 665 toneladas anuales).

En número, los aparatos que más se desechan son los teléfonos celulares, y por volumen son los televisores y las computadoras; “10 por ciento de la basura que se genera es captada por empresas que hacen un reciclaje formal de los residuos electrónicos —uno de cada diez kilos—”, reconoció el subdirector de Estudios sobre Sustancias Químicas del INE, Arturo Gavilán García.

El resto de los desechos tiene un destino incierto. En algunas ocasiones los dispositivos terminan en tiraderos a cielo abierto.

Cuando la basura electrónica no recibe un tratamiento y una disposición adecuada se convierte en un peligro para la salud y el medio ambiente, debido a que contiene compuestos o metales pesados como el mercurio, plomo, cadmio, níquel, selenio, arsénico, cromo hexavalente y retardantes de flama bromados.

“La descomposición y las sustancias que se generan en un tiradero pueden hacer que los metales o algunas de las otras sustancias que están en los aparatos electrónicos se liberen y se vayan hacia la atmósfera o los mantos acuíferos”, advirtió Arturo Gavilán García, también maestro en Ingeniería Química.

Por ejemplo, un monitor de computadora conocido también como tubo de rayos catódicos (CRT) contiene cadmio y plomo, que son extremadamente tóxicos y pueden afectar el sistema nervioso central, riñones y huesos.

El mercurio, que se utiliza en la iluminación de las pantallas planas, daña el cerebro, el sistema nervioso y los riñones. El cromo hexavalente de las cubiertas de metal es altamente cancerígeno.

La obligación también es estatal

El artículo 9 de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos establece que la “recolección, acopio, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final” de la basura electrónica es responsabilidad de las entidades federativas.

La propia legislación señala que los estados deben elaborar planes de manejo integral para estos residuos considerados como de “manejo especial”, con el fin de evitar cualquier tipo de contaminación.

De acuerdo con el estudio “Innovación Sostenible y Transferencia de Tecnología”, elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la mayor parte de los dos mil 443 municipios del país carecen de infraestructura jurídica, medios económicos o humanos para tratar los residuos sólidos urbanos.

“Muchos aparatos electrónicos se mantienen en los hogares o en las tiendas al final de su ciclo de vida. Los propietarios de los equipos obsoletos creen que pueden tener un valor adicional; sin embargo, la tendencia a acumular crea dificultades a la hora de diseñar un programa de recolección”, señala el PNUMA.

Imaz Gispert lamentó que no existan espacios “evidentemente conocidos o públicos” donde la población pueda llevar la basura electrónica para su disposición final o reciclaje.

La maestra en Ecología y Ciencias Ambientales explicó que la basura electrónica contiene también materiales valiosos que provienen de la minería como el oro, cobre y aluminio “que podríamos estar recuperando en lugar de tirarlos y volverlos un peligro ambiental”.

En tanto, Gavilán García destacó que lo más importante es que los estados y municipios cuenten con programas de recolección y reciclaje de basura electrónica que sean sustentables y continuos, “para que la gente vaya adquiriendo una cultura del manejo adecuado de los desechos”.

Es negocio reciclar

“No los tires ni los guardes, mejor recíclalos”, es el lema con el que la empresa Recicla Electrónicos México (REMSA), asentada en Querétaro, llama a la ciudadanía a participar en una campaña permanente de recolección y reúso de televisores, computadoras, impresoras, teléfonos celulares, aparatos de sonido y reproductores de video.

A través de puntos verdes —que son los sitios de acopio de estos desechos electrónicos— y reciclones, que son jornadas para reutilizar los aparatos desechados por otros, esta firma recorre todo el país para recopilar la basura electrónica y extraer sus partes útiles.

“En el año 2010 reciclamos cerca de mil toneladas de residuos electrónicos. Lo que nosotros obtenemos con este proceso son cuatro materias primas: plástico, vidrio, tarjetas electrónicas y metales ferrosos y no ferrosos”, detalló el director de REMSA, Álvaro Núñez Solís.

El también maestro en Ciencias, con especialidad en Sistemas de Manufactura, detalló que se logra reciclar 98 por ciento de los materiales y el restante se reutiliza.

Con teclas, cables, partes de mouse y entradas USB, la Asociación Civil “Manos Capaces”, conformada por un grupo de personas discapacitadas, elabora adornos de oficina y bisutería.

El directivo de REMSA expuso que actualmente se recibe toda la basura electrónica sin ningún costo, “porque lo que estamos tratando de hacer es crear una cultura de reciclaje”.

Preparan propuesta

La Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) trabaja en una iniciativa que busca generar apoyos fiscales para las empresas dedicadas al reciclaje de basura electrónica.

El presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la ALDF, Sergio Eguren Cornejo, dijo que la propuesta será presentada entre junio y julio próximos.

El panista indicó que el proyecto, que debe tener la aprobación de la Comisión de Medio Ambiente, contempla también la instalación de Centros Integrales de Reciclaje y Energía a los que se comprometió el gobierno capitalino.

“A la obligación de separar la basura en orgánica e inorgánica, vamos a agregar una nueva categoría, como en algunos países donde hay botes azules, que contienen la basura electrónica”, explicó.

De esa manera, propuso que los camiones de basura pasen un día de la semana para recoger exclusivamente aparatos y dispositivos electrónicos almacenados en los hogares.

El diputado local consideró que falta mucho por hacer para recolectar, almacenar y dar un tratamiento adecuado a la basura electrónica en la Ciudad de México, a pesar de que la Secretaría de Medio Ambiente local tiene registrados 353 puntos de acopio del programa “Manejo Responsable de Pilas y Celulares Usados”, instalados en las 16 delegaciones.

“Yo creo que es necesario intensificar una campaña para que la gente tenga la cultura de la separación de basura, y, además, imponer las sanciones respectivas”, agregó el panista. `

Alertan de cementerios ilegales

El director de Recicla Electrónicos México, Álvaro Núñez Solís, alertó que en el norte del país existen “cementerios clandestinos” de monitores de computadoras y televisores que, por su composición química, son muy difíciles de reutilizar.

Aseguró que estos equipos inservibles que llegan procedentes de Estados Unidos son enterrados ilegalmente en México.

“Hay una norma que permite que Estados Unidos nos exporte residuos electrónicos de segunda mano que teóricamente sirven y se pueden vender, pero sabemos que estos monitores no funcionan y lo que está pasando es que nos están mandando su basura”, acusó.

Al respecto, el Instituto Nacional de Ecología (INE) reconoció que existen una serie de denuncias sobre “cementerios clandestinos” de monitores y televisores en estados fronterizos.

El subdirector de Estudios sobre Sustancias Químicas del INE, Arturo Gavilán García, afirmó que actualmente se realiza un estudio conjunto entre los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá para conocer el flujo de aparatos electrónicos usados que se mueven a través de los tres países.

El maestro en Ingeniería Química explicó que es muy complicado establecer el tiempo de vida útil de los dispositivos. Cuándo sirven y cuándo deben ser desechados, aunque todavía enciendan y sean usados un par de meses.

“Porque si bien es cierto que puede haber aparatos que se están pasando y ya son chatarra, hay los que todavía tienen suficiente calidad y pueden durar un tiempo adecuado y con precios bastante económicos, por ser precisamente dispositivos de segunda mano”, expuso Gavilán García.

Estadísticas de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) indican que en 2010 se registraron 73 movimientos transfronterizos por la cantidad de mil 408 toneladas de tubos de rayos catódicos (CRT), monitores y televisores que tuvieron como destino nuestro país. “Las inspecciones de este material se realizaron en los lugares de destino final para verificar que existiera un manejo ambientalmente sustentable y un método eficaz de reciclaje y tratamiento”.

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