El Plan Colombia antidrogas y contrainsurgente está, paradójicamente, en el origen de la tragedia de los indígenas awá, asesinados este mes por la guerrilla de las FARC.
La Columna Mariscal Antonio José de Sucre de las izquierdistas FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) reconocieron haber "ejecutado" a ocho indígenas awá, a los que acusaron de ser informantes del ejército en el convulsionado departamento de Nariño, en el sudoeste de este país.
Hacia Nariño se desplazaron masivamente cultivos de coca y laboratorios de droga, luego de que el Plan Colombia, financiado por Estados Unidos, golpeó desde 2000 en forma sucesiva la producción en Putumayo y Caquetá, departamentos vecinos del nariñense por el oriente y el nororiente. Leer más