Sáhara Occidental, año 40 : Historia, estrategias y desafíos para el futuro

Testimonio: Solidaridad internacional

Experiencias educativas fuera de los campamentos y sus impactos en la realidad saharaui

, por ABBA HEMEIDA Agaila

“No podemos intimidarnos por las amenazas que vienen de alguien sentado en un trono e ilusionado por la corona en su cabeza, diciendo: esa es una pequeña nación y, por lo tanto, puedo invadirla.”

Al-Khadra, poeta saharaui

Enero de 2016

Cuando Marruecos invadió el Sáhara Occidental en 1975, mitad de la población saharaui no tuvo opción sino huir hacia el sur de Argelia para encontrar refugio, dejando la otra mitad presa y bajo ocupación marroquí. El tiempo pasó. Un alto al fuego entre el Sáhara-Occidental y Marruecos fue firmado en 1991 con la promesa de que un referéndum ocurriría, lo que daría a la totalidad de la población una oportunidad de votar libremente por un Sáhara libre o bien por la integración a Marruecos. Hoy, después de casi 40 años de exilio, la promesa de un referéndum no fue aún implantada y aquellos que viven en los campamentos de refugiados en Argelia siguen esperando por el derecho de volver a sus casas. Sus familias y vecinos que permanecieron ahora viven bajo ocupación marroquí y experimentan las peores violaciones de derechos humanos. La situación del Sáhara Occidental sólo se está agudizando.

Por la condición actual de la lucha, diariamente los saharauis escogen levantarse del polvo y proveerse de educación. Sacrifican todo lo que tienen para embarcar en la jornada de aprender, de modo que puedan ser un día una herramienta para su pueblo y su nación.

Mientras todos los aspectos de la vida para los saharauis en los territorios ocupados están controlados por Marruecos, en los campamentos de refugiados, ellos tienen la oportunidad de estudiar en el exterior y de buscar una educación y un futuro mejor. En el inicio del conflicto, Cuba dio becas integrales para centenares de jóvenes saharauis para que estudiaran la carrera que escogiesen. Muchos estudiantes, sin embargo, escogieron medicina, ya que médicos de todas las especialidades eran necesarios en los campamentos. Los saharauis que persiguieron ese modelo de educación, pasan en general cerca de 12 años estudiando fuera de casa, a miles de quilómetros lejos de los suyos. La mayor parte de los médicos que actualmente atienden en los campamentos son aquellos que tuvieron la oportunidad de buscar capacitación en Cuba.

Otra salida para los saharauis es seguir con sus estudios en Argelia por cuenta de las fuertes relaciones diplomáticas entre el país y el gobierno saharaui. Argelia ofreció a los jóvenes saharauis la oportunidad de buscar educación en diferentes ciudades. Aquellos que escogieron estudiar allí, permanecen fuera por un año y regresan para visitar a sus familias en las vacaciones de verano. Mientras completan su formación en el sistema educativo argelino, sin embargo, los saharauis no son apenas introducidos al árabe clásico, sino también al francés. Ya que los argelinos y saharauis tienen una relación especial, los saharauis son presentados a los diferentes aspectos de la vida y de la cultura argelinas. Eso ayuda a los saharauis que nacieron en Argelia a entender no sólo la historia del país sino también a su pueblo. Esa exposición contribuyó con la educación de los jóvenes saharauis y además, sigue fortaleciendo las relaciones diplomáticas entre los dos gobiernos.

La vista que se tiene de lo alto de una colina del campamento de Smara es desoladora y, al mismo tiempo, casi surreal. Las casas y tiendas se multiplican en todas las direcciones. Crédito : Laura Daudén. Tindouf, Argelia, 2009.

Otros países, como España, donde más de la mitad de la población es solidaria a la causa saharaui, se fundaron centenares de ONGs que llevan niños saharauis todos los años para participar en programas de verano. Allí, los niños tienen la oportunidad de pasar el verano lejos del calor del desierto y de las dificultades de la vida bajo ocupación. La mayor parte vuelve a los campamentos, pero aquellos que se quedan tienen la oportunidad de permanecer con familias españolas de acogida, de seguir con los estudios y de aprender una nueva lengua. Frecuentemente esta estadía dura más de una década. Los niños llegan a la vida adulta adaptando las dos culturas, la saharaui y la española. Esa mezcla cultural contribuyó enormemente para la educación en los campamentos, donde la influencia del sistema educativo español es grande. Hoy, la mayor parte de la población de los campamentos es bilingüe y el español, una de las lenguas más habladas.

Los Estados Unidos, Noruega y otros países de Latino-América, como México y Venezuela, también abrieron sus puertas para los saharauis en universidades públicas y privadas de punta. En los Estados Unidos y Noruega, específicamente, estudiantes saharauis escogieron carreras como periodismo, relaciones internacionales y diplomacia, ya que son campos extremamente importantes para la lucha. Además de los estudios, jóvenes saharauis en Estados Unidos y en Noruega están preparados para hablar en las Naciones Unidas y en otras organizaciones internacionales, de modo que su testimonio pueda incidir sobre el destino de su pueblo.

En conjunto con su incidencia política, redes sociales como Facebook y Twitter se transformaron en herramientas para formas alternativas de activismo, informando al mundo sobre el ímpase saharaui. El creciente papel de las redes sociales en la prensa y en el periodismo inspiró a muchos estudiantes saharauis a buscar esa profesión en el exterior. Al terminar sus estudios, la mayor parte de esos estudiantes embarcan en el campo del periodismo y de la escritura, con varios de ellos tornándose autores publicados. Aquellos que decidieron continuar los estudios están ocupados terminando sus maestrías o post-doctorados. Mientras tanto, siguen usando diferentes tácticas de incidencia para generar sensibilización en sus universidades y otros lugares a donde viajan, lo que les ha convertido en uno de los grupos más vocales a favor de su pueblo.

Los saharauis en los campamentos de refugiados no son los únicos en reaccionar contra las dificultades de sus vidas. Los saharauis bajo ocupación marroquí, pese la falta de libertad y de la frecuente opresión, también se rebelaron y utilizan la educación recibida en el sistema marroquí para definir su activismo a través de protestas pacíficas, videos en YouTube, poesía y música crítica contra las acciones ilegales cometidas por Marruecos, como violaciones a los derechos humanos y la explotación de los recursos naturales. Actualmente, los saharauis bajo ocupación siguen manifestándose y, cuanto más protestan, más grande y agresiva es la represión de la policía marroquí. Pese a esto, ellos no están dispuestos a desistir de la lucha tan pronto.

El conflicto saharaui ya casi completa su cuarta década. Sin embargo, las dificultades y la incertidumbre sobre el futuro no disuadieron a la población o su juventud a soñar con un futuro mejor, con una mayor libertad. Mientras el sueño de libertad se mantiene vivo, la continuidad de la búsqueda de los saharauis por diversas formas de educación se convirtió en una de sus más importantes armas. La educación no solo permitió que los saharauis estudiasen en el exterior y persiguiesen las carreras que querían seguir sino que también los expuso a diferentes culturas.

Saharauis pasean por el campamento 27 de Febrero, que surgió por el crecimiento rápido e inesperado del poblado que cercaba una escuela para mujeres. Atrás de ellas es posible divisar la entrada del centro comunal. Crédito : Laura Daudén. Tindouf, Argelia, 2009.

Más importante aún, los saharauis pudieron aprender diferentes lenguas que, de otra forma, nunca podrían aprender. Por eso, los campamentos de refugiados se convirtieron en un calderón de culturas, abriendo puertas para la diversidad y transformándose en una herramienta de incidencia política para mostrar su lucha al mundo. Teniendo la oportunidad de construir un futuro mejor no sólo para ellos mismos, sino también para la comunidad saharaui en los campamentos y en cualquier otro lugar, muchos saharauis están convirtiendo sus miles de días en el exilio en un camino repleto de esperanzas y sueños genuinos.